Rhaenyra y Aegon murieron en su lucha por el Trono de Hierro, pero los dioses les dieron una segunda oportunidad. Al despertar en el pasado, descubren que algo salió terriblemente mal: Rhaenyra está en el cuerpo de Aegon... y Aegon en el de Rhaenyra...
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Aegon despertó entre los brazos de aquella doncella de cabellos rojizos, era hermosa y tenía un cuerpo de infarto, según dijo entre besos y caricias, era doncella de Alicent, específicamente era la que limpiaba sus porquerías, así que sería fácil quitársela.
—Mi señora... esto no es correcto.
—En la calle de la Seda las mujeres más adineradas buscan placer en jóvenes mujeres, así que no esta mal - busco sus ropas, debía de irse antes de que Daemon lo buscará —Le diré a Elinda que vaya por ti, desde hoy dejas a Alicent.