Addison y Asher seguían detrás de los arbustos, observando aquella conversación.
—¿Por qué estamos aquí? —preguntó Asher.
—Porque ellos necesitan tener un momento a solas. Parecían muy incómodos hace rato.
—¿No puedes dejarlos solos? ¿Y si él intenta sobrepasarse con nuestra Mels?
Addison solo lo ignoró. Odiaba el hecho de que Asher fuera un primo tan sobreprotector.
—Está bien, cálmate, por el amor de Dios.
—Bien, pero si le hace algo, será tu culpa.
Addison resopló mientras seguían espiando.
Ryan y Melody estaban en su propio mundo, conversando de pequeñas cosas.
—¿Tienes un camaleón?
Ryan asintió.
—Aunque no puede hablar, es bueno escuchando.
—Tienes suerte de que no pueda hablar.
—¿Por qué?
—Tal vez estaría regañándote cada vez que pudiera.
—¿Sebastián hace eso contigo?
Melody negó con la cabeza.
—No siempre, pero sí le gusta acusarme con mi mamá o mi papá.
—Vaya, para ser un cangrejo, sí que causa muchos problemas.
—Tal vez, pero igual nos gusta estar con el tío Sebastián.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Pues ya la estás haciendo.
Ryan la miró con una sonrisa.
—¿Te llevas bien con tu primo?
—Claro que sí. Nos queremos mucho. ¿Por qué?
—Es solo que, cuando lo viste, tu expresión se volvió más seria.
Melody rió de forma amarga. No pensó que se había notado tanto o que alguien lo notaría.
—Es algo complicado...
—Bueno, tengo bastante tiempo para escucharte.
Melody dudó, pero necesitaba desahogarse con alguien.
—Solo promete que no harás preguntas.
—Por el meñique —dijo Ryan, extendiendo la mano.
Melody hizo lo mismo y sellaron la promesa.
—Bueno... se supone que yo debo gobernar Atlántica, pero...
—¿Espera, eso existe?
—Claro que existe. ¿De dónde crees que viene mi mamá? ¿De la luna?
—No me refiero a eso. Es solo que pensé que ya no existía... ¿No está bajo el océano? ¿Cómo es que...?
—¡Dijimos sin preguntas!
—Perdón...
Melody suspiró y continuó:
—Como decía, se supone que yo debo gobernarla, pero en realidad no me corresponde.
—¿Por qué?
—Asher es el mayor, fue el primer nieto en nacer. Por lo tanto, él debía ser el heredero al trono. Pero por un capricho de mi abuelo, soy yo.
—¿Y por qué tú?
—Bueno, Addison fue la primera en nacer, así que a ella le tocaba reinar en Coralia. Yo no estaba en los planes, fui una sorpresa. Mi abuelo me vio como su mayor tesoro por alguna razón... se podría decir que soy su favorita. A él le pareció injusto que no reinara nada y decidió dejarme su reino.
—¿Y tu primo te odia por eso?
—Ese es el otro problema: él me ama a pesar de todo. Siempre me repite que no fue mi culpa, pero por más veces que me lo diga, yo sé que arruiné su vida de alguna manera. Quiero decir... él nació para ser rey. Yo no.
—¿Y has hablado de esto con él?
—No puedo. Las palabras se me van cuando quiero decir algo.
—Deberías hablarlo con él. Aunque no lo parezca, está más tranquilo con el tema de lo que crees.
—¿De qué hablas?
—Quiero decir... sí, te afecta. Pero siento que hay algo más.
Melody rió.
—¿Eres adivino?
—Bueno, mi padre me enseñó a leer a las mujeres. Mi mamá, por alguna razón, prefiere que adivines lo que le pasa en lugar de decírtelo.
—Ya veo... Bueno, yo nunca quise reinar Atlántica. En el hipotético caso de que realmente sea la heredera, no me gusta esa idea.
—¿Por qué no? ¿Le temés al agua?
—¡Ojalá! Es solo que... Atlántica no es uno de mis lugares favoritos. ¿Y si me enamoro de algún humano como le pasó a mi mamá? Esa persona se quedaría aquí en tierra... y yo, bajo el agua.
Ryan se sintió mal por Melody. No imaginó que estuviera pasando por algo tan difícil.
—¿Por qué no simplemente te oponés?
—Porque no quiero que piensen que soy una desagradecida o algo por el estilo. Además... no tengo el valor. He intentado hablar con mi hermana, pero ella ya tiene una vida hecha. No puedo simplemente arruinársela por un capricho.
—No es un capricho, Melody. Es lo que sentís. Estoy seguro de que si hablás con ellos, lo entenderán.
Mientras tanto, Addison y Asher escuchaban todo... y no pudieron evitar sentirse mal por Melody.
—Tenemos que hablar con ella —dijo Asher, hasta que se dio vuelta y vio a su prima llorando.
—No pensé que se sintiera así...
—Oh, no llores...
—Intentó decírmelo muchas veces, pero no le presté atención. Soy una hermana terrible...
Asher la abrazó con fuerza, intentando consolarla.
—Escuchá... vamos a suponer que no escuchamos nada y que ella nos diga lo que siente. Eres una gran hermana, y no tenías forma de saberlo.
Addison se tranquilizó un poco. Iba a ser tan fuerte como su hermana, y estar a su lado, ahora más que nunca.

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Entre La Corona Y El Mar
FantasyAddison Rose Maris Montclair, hija de Ariel y Eric, creció protegida tras ser secuestrada por Úrsula. Sus únicos amigos eran Ben, el futuro rey de Auradon, y Jane, hija del Hada Madrina. Pero cuando sus padres deciden enviarla a Auradon para hacer n...