Capítulo 50
Colombia
—¿Quieres aprenderte los atajos?—regaño a Adri, que aunque lleva cientos de vídeos editando conmigo, sigue sin saberse los comandos que hacen que todo sea más rápido.—Hasta Kruffy se los sabe ya.
—Sí, mamá Alicia.—me vacila Iglesias.
¿Esas tenemos? Le quito uno de los calcetines sudados de todo el día a Kruffy, y hecho una bola se lo lanzo al editor.
No es tan tóxico como hubiera sido uno de Jopa, pero cumple su función.
Hablando del cámara, me escribió antes para decirme que nos echaba mucho de menos y que nos deseaba lo mejor en lo que quedaba de vuelta al mundo. Es tan adorable.
Hoy ha sido nuestro primer día en Colombia. Demasiado pronto en la madrugada, Borja nos ha despertado a todos para coger un vuelo a la ciudad de Medellín, Colombia. Nos hemos pasado todo el día grabando en la Comuna trece, uno de los barrios ahora turísticos que años atrás servía de tapadera para los cárteres y las mafias.
De vuelta en la boca del lobo, por lo que sea. En vez de la vuelta al mundo en ochenta días debería llamarse ciento y una formas de morir. Porque es realmente lo que estamos haciendo.
—Ese era mi calcetín.—se queja Kruffy. En realidad, le he hecho un favor deshaciéndome de él, debería darme las gracias.
—Todo tuyo.—la prenda de ropa vuelve a volar por el aire en nuestra dirección.
Parecen niños pequeños.
Estamos los tres en la habitación que comparten Adri y Borja. La nueva configuración de las habitaciones es un tanto extraña, pero tenemos que adaptarnos a los nuevos integrantes y a las bajas que hemos sufrido.
Adri tiene el ordenador y los codos apoyados en el escritorio de falso mármol marrón. Kruffy y yo estamos tirados en la cama, la paliza de caminar por la comuna nos ha dejado sin energías. Lo de madrugar también ha contribuido a que estemos tan derrotados.
Hubo una época de mi vida en la que dormía ocho horas seguidas. Ahora eso parecen tiempos pasados. Se siente como si hubieran transcurrido siglos de por medio.
—¿Dónde están los demás?—bosteza Adri desde la silla. Por cómo se mueven sus dedos sobre las teclas, creo que por fin se ha dignado a usar los atajos.
—Borja comiendo con Rubén en el buffet.—mantengo mi teoría de que a ese hombre le dan miedo las mujeres. Desde que estamos aquí nos ha dirigido a Ana y a mí un total de tres palabras.—Plex estaba con Ana, por lo visto el niño youtuber que nos hemos encontrado en la comuna no para de tirarle la caña y se han quedado viendo si lo bloqueaban o si Plex se quedaba calvo del estrés.—se me escapa una risa al imaginarlo. Creo que no está llevando nada bien lo de que su hermana este recibiendo tanta atención masculina.
De todas formas, por lo que nos dio a entender Ana ayer cuando volvimos de medio robar el coche, ella sí que sabe cómo gestionar a sus pretendientes.
—Seguro que se queda calvo y Adri aun así le hace un edit sexy.—bromeo. No sé qué le ha dado últimamente, pero todos los vídeos tienen una sección del moreno en cámara lenta sin camiseta o de sus venas en máxima resolución.
—Que es Borja.—claro, porque no está aquí para defenderse.
—Adrián, ¿te gusta Plex?—le vacila Kruffy.
—Creo que te has equivocado al hacer la pregunta.—si venga. Los dos se ríen de mí. Soy plenamente consciente de que me estoy poniendo del mismo color que un tomate de gazpacho.

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Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus
FanfictionDiez meses han pasado desde que se acabo la vuelta al mundo. Y diez meses, es mucho tiempo. Cuando Plex, Adri, Borja y Jopa comienzan a dar la tercera vuelta, no pueden olvidarse de su editora favorita: Alicia. PARTE II: OCHENTA DÍAS No es impresci...