27. El ataque II: La primer matanza

43 3 2
                                    

  El móvil había estado sonando durante un rato y Hopie siquiera se había percatado.; Lamentablemente aquel ataque en el cual la jovencita había sido la atacante la había dejado con una sensación extraña, en gran parte era de culpa y molestía. Era de madrugada.

Había oído a su tío Marcel decir una vez que las caminatas nocturnas antes lo solían calmarle cuando estaba mal. Y así lo estaba haciendo.

Se había cambiado su chaqueta debido a que la misma aún tenía pequeñas manchas de sangre, ahora llevaba una más oscura y un poco más corta.; Tenía sus manos en los bolsillos. Estaba sumida en sus pensamientos. En el recuerdo de lo que había hecho rato atrás.

Pero el resonar una y otra vez de su móvil la forzó a bajar nuevamente de su luna y tomar consciencia de lo que estaba haciendo.; Sacó el móvil del bolsillo trasero de su pantalón. Miró el identificador de llamadas: "Papá. Llamada entrante".

Sin dudarlo, Hopie atendió a la par que se detenía en plena vereda.

— ¡Papá! ¿Cómo estás? ¡Casi no te escucho! (...) ¿¡QUÉ!? Pá, enserio no te oígo nada...(...) ¡Pá te llamo yo después que tenga cobertura que no se le pasa a este condenado aparato!

Hopie no tenia señal en el móvil, algo que la hacía girar y moverse para todos lados buscando algo de cobertura pero no había caso.; Colgó la llamada y se fijó en la pantalla, señal parecía tener, no entendía porque no consigió hablar con su padre.

Entró en el listado de llamadas para no marcar el numero directamente, iba a apretar para llamar pero al levantar la mirada vio una figura delante suya. Alguien que venía, y parecía venir directamente a ella.; Hope dudó un segundo pero se giró para volver por donde había venido.; Allí vio a otro sujeto venir desde allí. Por un instante no supo que hacer pero su instinto le forzó a cruzar de vereda e ir por la calle lateral, miraba cada tanto hacía atrás para ver que no la siguiesen. Pero allí venía, al menos uno de ellos.

Corrió a toda velocidad y ni bien dobló la esquina, corrió a hipervelocidad, sin rumbo fijo de adonde iba.; entre su correr y su temor no notaba que había alguien delante de ella y cuando se fijo fue tarde.; Ese sujeto había hecho un gesto con su mano y la había hecho volar fuera del camino y chocar de espalda contra una árbol. La híbrida cayó al suelo boca abajo, se arastró unos centímetros hasta que, de un instante a otro empezó a flotar en el aire y el oxígeno se hacía cada vez menor en sus pulmones. La estaban asfixiando.

— Hasta que te encontramos, pequeño monstruito..

Ambos hombres se venían acercando a donde estaba ella, estaban en lo que era al entrada al bosque; No los reconoció a simple vista por causa de la oscuridad y sus rostros...realmente no recordaba haberles visto alguna vez. Mucho menos sabía el proque la llamaban así.; Trató de hablar pero le era imposible hacerlo...

— Al fin vamos a terminarte. Luego de tanto..

Musitó uno de ellos, parecía enojado, molesto con la joven híbrida. Podía notarse en el tono de su voz. Era quién tenía su mano levantada hacía ella con el puño casi cerrado por completo. Sus ojos tenían un brillo extraño al hablarle. Detrás, otros dos se juntaron al par principal, mirando como la jovencita se asfixiaba e intentaba forcejear con algo invisible a los ojos.

— Vaya..¿Con que la huesped está atrapada?

Ironizó el hombre que se había acercado de último a ellos junto a una mujer, a la cual miró con una sonrisa amplia y aparente sadismo.; Sin duda alguna disfrutaba el ver a lo que él llamaba "Cuerpo huesped" sufriendo a sabiendas que no se puede defender..

— Deberíamos empezar ahora, Drav..antes que sea tarde.

Informó la mujer que estaba a su lado. Sin dudas estaba disfrutando aquello pero sabía que el alma de su enemiga de sangre no se quedaría quieta mucho más tiempo. Debían apurarse con su ritual.

⚜Rastro de Sangre y Magia⚜Where stories live. Discover now