Capítulo 49
República Dominicana III—Pero pisa el freno, idiota.—me agarro a la manilla del techo, un instinto de supervivencia.
Vamos a morir.
—Me he confundido, es que no sé qué pie va a qué pedal.—me grita de vuelta.
Esto ha sido una idea de mierda. Y ha sido mía, esta vez no le puedo echar la culpa a Borja.
—Kruffy, el izquierdo al embrague y el derecho para los otros dos.—me estoy empezando a arrepentir de esto.
—Y eso que no hemos salido siquiera del parking.—se burla Ana.
A ella le da igual. No sé si es porque confía plenamente en nosotros o porque su instinto de supervivencia es inexistente.
Con el teléfono en la mano y la cámara con flash graba la situación. Dejando pruebas para que nos detengan y pasemos la noche en el calabozo. O un recuerdo para la prosperidad, también puede convertirse en eso.
—Lo volvemos a intentar.—le digo al editor.—Pero ve despacio, por si nos estrellamos que sea a cámara lenta.
Aunque la ostia iba a doler igual
—Que no nos vamos a estrellar.—suspira el editor, que está a punto de estrellar la cabeza contra el volante.—Vosotras confiad.
Sí, claro.
El chico arranca de nuevo, esta vez más despacio y esquivando con éxito la columna que tenemos enfrente. Poco a poco avanzamos hacia la carretera. Las luces de las farolas iluminan la avenida principal, desierta a estas horas.
Parece que no hay peligro.
Aunque igual es porque el peligro somos nosotros.
—Repasamos: si nos vamos a morir, frenas. Si nos vamos a chocar, frenas. Y luego lo normal, las rotondas por la derecha y listo.—el chico me mira seguro de si mismo.
—Abrochaos el cinturón, que vienen curvas.
Socorro.
Sale a la carretera, las ventanillas bajadas y el viento alborotándonos el pelo. Vamos lento, pero sin frenazos. Hemos puesto dirección la playa de Santo Domingo, que si todo va bien debería ser un trayecto de cinco minutos.
—Kruffy no te asustes, pero tenemos unas luces azules detrás.—comenta Ana.
—¿QUÉ?—grita abriendo los ojos de par en par.
Por el retrovisor, confirmo que solo era un chiste de la menor de los Alonso.
—Es broma. ¡Que nos vamos a la cuneta!—le sujeto el volante, para evitar que nos salgamos del camino.—¡La primera norma, Kruffy: los ojos siempre en la carretera!
—¡Esa no me la has dicho Alicia!—Ana se ríe en el asiento trasero.—Me rindo, que conduzca Ana.
Esta vez sí frena, sólo que lo hace en medio de la avenida. Por suerte no tenemos nadie detrás, así que pongo las luces de emergencia.
Bueno, ha durado poco la aventura.
—Hola chicos: hemos hecho parada en boxes y cambio de conductor.—sigue narrando Ana a la cámara.—Estoy haciendo un vlog.
De tal palo tal astilla. Como su hermano.
Termino conduciendo yo hasta la costa, porque spoiler: si no, no íbamos a llegar. Cuando aparcamos, hay una brisa fresca que viene del mar. El paseo marítimo está vacío, según nos han contado hoy es un día especial de semana santa y las familias lo celebran juntos, por lo que se quedan en casa.

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Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus
FanfictionDiez meses han pasado desde que se acabo la vuelta al mundo. Y diez meses, es mucho tiempo. Cuando Plex, Adri, Borja y Jopa comienzan a dar la tercera vuelta, no pueden olvidarse de su editora favorita: Alicia. PARTE II: OCHENTA DÍAS No es impresci...