𝗘𝗣. 50

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—  🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

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—  🍂 ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

Era el día de la confrontación.

La nieve crujía bajo los pies de lobos y vampiros por igual. Las respiraciones salían como vapor entre la tensión contenida. Frente a ellos, los Volturi hacían su aparición sus ojos rojos brillando como carbones cubiertos por negras capas.

Las parejas se aferraban entre sí. Nadie se atrevía a soltar una mano. Era como si en ese gesto tembloroso estuviera contenida la promesa de sobrevivir.
Pero Paul estaba solo.

Su corazón no latía ahí. No en ese bosque. No en esa batalla.
Estaba a kilómetros... en una habitación blanca, bajo la tenue luz de un hospital, donde Kalani yacía dormida, agotada por días de miedo, dolor y espera.
Ahí estaba su alma.

La cantidad de vampiros en capas negras y rojas era abrumadora, y su presencia hacían que el grupo reunido pareciera pequeño e insignificante.

Carlisle dio un paso al frente y habló con calma.

- Aro, deberíamos discutir esto civilizadamente, como lo hacíamos antes.

- Curioso que digas eso - Respondió Aro con una sonrisa fría - Pero resulta fuera de lugar mientras te encuentras al frente del pequeño ejército que has reunido contra nosotros.

- Te prometo que esa nunca fue mi intención. Ninguna ley ha sido quebrantada.

- Vemos a la niña - Interrumpió Caius, con evidente impaciencia - No nos tomen por tontos.

- ¡Ella no es una niña inmortal! - Aseguró Carlisle - Y hay testigos que lo prueban. Puedes ver el sonrojo de sangre humana en sus mejillas.

- ¡Artificial! - Espetó Caius con desprecio.

- Yo recolectaré cada faceta de la verdad - Dijo Aro, dirigiendo su atención a Edward - Supongo que tiene algo que ver con esto, ya que la niña se aferra a tu compañera.

Edward avanzó, pero Bella no pudo protegerlo con su escudo, pues estaba demasiado lejos. Aro leyó su mente y, satisfecho con lo que vio, pidió que la niña se acercara. Renesmee lo hizo, con Bella, Jacob y Emmett a su lado. Aro escuchó su latido y dejó escapar una risa siniestra.

- Magnífico - Susurró - Mitad mortal, mitad inmortal.

- Imposible - Murmuró Caius, negándose a aceptarlo.

- ¿Acaso crees que me están engañando, hermano? - Preguntó Aro, su tono afilado. Caius no respondió.

Entonces, trajeron a Irina.

- ¿Es ella la niña que viste? - Preguntó Caius. Irina vaciló, nerviosa.

- No estoy segura... ha cambiado. Es mayor.

- Tus acusaciones fueron falsas - Sentenció Caius.

- Son inocentes - Susurró Irina, con los ojos llenos de remordimiento - Tomo total responsabilidad por mi error.

𝗣𝗥𝝝𝗧𝗘𝗖𝗧𝗜𝝝𝗡  |  ᴾᴬᵁᴸ  ᴸᴬᴴᴼᵀᴱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora