45. México

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Capítulo 45
México

Casi atrapan a Jack Sparrow. La clave está en el casi.

La aparición milagrosa de la novia de Jopa en el instante que Adri empieza a increparnos a Dani y a mí, nos salva de la situación.

Al palo, una vez más.

Eso sí, llevaba sin ver a Adri editando con Kruffy y conmigo una semana. Pues hoy por la mañana ha aparecido tocando la puerta de la habitación preguntando que cuando nos poníamos.

Si, estupefacta me he quedado yo también.

—Me muero por un café.—bostezo deslizando los dedos sobre las teclas blancas del ordenador.

Es ridículo que estemos los tres editando, principalmente porque tenemos dos ordenadores y somos tres personas. Ha sido semejante la sorpresa de ver a Adri en la puerta del cuarto, que no nos hemos parado a pensar en cómo lo íbamos a hacer.

—¿Quieres que vaya a por unos?—Kruffy se rasca los ojos sobre mi hombro.

Bro, te la sacas.—celebra Adri la propuesta.

—Sí, así me dejas de llenar la camiseta de legañas.—añado, sacudiendo la tela de algodón.—Gracias, niño.

—Sí, ahora gracias pero me acabas de llamar sucio legañoso, que me he dado cuenta.—dice sujetando el picaporte de la puerta. La madera chirría suavemente cuando empieza a moverse sobre el suelo de moqueta.

¿Por qué todos los hoteles tienen el suelo de alfombra? Es realmente asqueroso.

—Kruffy, dúchate.—se mete con él Adri en lo que termina de salir de la habitación.

Bien, ahora me he quedado a solas con Adrián.

Pues zapatero a sus zapatos, como dice mi madre.

En otras palabras, vuelvo a editar como si la situación no hubiese cambiado. Añado los filtros de distorsión que nos ponen caras raras y encantan a los seguidores, y termino de añadir algunos subtítulos.

Tarea compleja la de descifrar el inglés de Borja.

—Pues nos hemos quedado solos.—tose el editor nada disimuladamente.

Un pensamiento cruza por mi cabeza.

Sí, de cuando en cuando pienso amigas.

—¿Lo has hecho a propósito verdad?—le acuso.—Le has dicho a Kruffy que sí al café para que nos quedemos a solas.

—¿Yo?—ahora finge demencia.

—Cómo eres.—no me molesta, me parece satírico solamente. Es más, se me escapa una sonrisa de lado.

No hay nada más Adri que eso.

—¿Ha funcionado no?—él también sonríe, supongo que tranquilo de que no vaya a saltarle al cuello por planear esto.—Ahora podemos hablar con calma.

—¿Hablar?—me estoy tomando esto con el mejor humor posible.—Tú y yo no tenemos nada que hablar.

Menos después de que lleve una semana sin dirigirme la palabra. Como mínimo.

—Yo creo que sí.

—Ilumíname, Iglesias.—el editor se pasa la mano por la barba, que ya tiene que cortarse.

—Ósea, os tengo que pedir perdón por no ayudar con los vídeos.—se disculpa.

—Pensé que no te estabas dando cuenta.—me quejo.—Pero aceptado, te perdono.

Cien Noches | YosoyPlex y AdridobylusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora