XVI

621 117 15
                                        

Tras la reconciliación entre Wen RuoHan y Lan QiRen, unos meses después llegó la boda. Qishan Wen tenía ahora una madame, y el más feliz con este cambio era su líder, quien por fin veía consolidarse una estabilidad largamente esquiva.

Sin embargo, con el matrimonio vino una revelación inesperada para Lan Yong: QiRen y RuoHan eran sus verdaderos padres. Para un adolescente, descubrir algo así fue impactante, pero no fue lo más difícil. Lo verdaderamente doloroso fue verse obligado a abandonar su hogar en Gusu y separarse de la familia que había conocido toda su vida. Instalado en QiShan, su mal humor se volvió constante, una sombra que lo acompañaba día tras día. Aún así, algo de su antiguo hogar permanecía con él: su uniforme seguía siendo el de Gusu Lan, aunque ahora con el distintivo de un sol en la espalda. Y con su nueva vida, también llegó un nuevo nombre: Lan Yong, con el nombre de cortesía Wen ZhiAn.

Pero en los últimos meses, la transición no solo se reflejaba en su día a día, sino en sus noches inquietas. ZhiAn sufría pesadillas recurrentes que lo despertaban en la madrugada, agitado y sudoroso. En esos sueños, veía un lado de sí mismo que le resultaba aterrador, una sombra persistente de su pasado. Sin embargo, lo que más lo atormentaba no era lo que había sido, sino cómo había terminado. Su muerte seguía acechándolo, reviviéndose una y otra vez en su mente… siempre a manos de Jiang WuXian.

Wen ZhiAn conocía la historia de su padre, QiRen, y su primo: ambos venian de un futuro donde sus vidas habían sido completamente distintas. En los momentos de silencio, se preguntaba si aquella realidad había sido la suya, si su destino estaba marcado por las ruinas que veía en sueños. Sin embargo, jamás dejaba entrever sus dudas. Con una expresión impasible, escondía sus miedos bajo una apariencia afable, como si negarlos fuera suficiente para desterrarlos.

Cuando la soledad lo envolvía, se refugiaba en su guqin, dejando que los acordes de Claridad le devolvieran la tranquilidad a su mente y corazon. Pero la música no podía borrar las lágrimas que brotaban involuntariamente, ni acallar el peso de lo que sabía. Soñaba con una vida desastrosa, una existencia que no deseaba reclamar como suya, y guardó aquel secreto en lo más profundo de su ser. Decírselo a sus padres no cambiaría nada. ¿Para qué pronunciar en voz alta un destino que no tenía intención de aceptar?

Pero lo que más le atormentaba era la existencia de Zhao Zhuliu, y se preguntaba como es que tenía una amante tan desagradable siendo que estaba enamorado de un hombre que podría ser su padre.

En QiShan Wen, como es costumbre entre las sectas, se celebra una conferencia a la cual líderes de las grandes y pequeñas sectas iban a participar, era el tercer día y es el turno de los jóvenes de participar de una casería programada.

Estaban reunidos dentro de un gran salón, sentados frente a una enorme pantalla hecha de tela, con un hechizo, auspicio de uno de los inventos de Jiang WuXian, podrían ver la competencia y el desempeño de los participantes en vivo. La enorme pantalla se dividía en varias por lo tanto podrían ver a más de un participante a la vez.

La competencia avanzaba con ritmo implacable. Algunos participantes mantenían el paso con destreza, mientras que otros, rezagados, eran eliminados poco a poco. La atmósfera, aunque tranquila, vibraba con el peso del desafío: solo quedaban unos pocos, y entre ellos los jóvenes más prometedores de las sectas principales.

En su recorrido, el grupo de los Lan, liderado por Lan WangJi, se encontró con los cultivadores Jin. Al frente, ZiXun destacaba, su porte altivo dejando entrever su habitual arrogancia.

—¡Oh! Señorito Lan, perdone a este humilde cultivador por interponerse en su camino —se burló ZiXun, su tono iba  impregnado de una falsa cortesía mientras rodeaba a Lan WangJi con aire provocador.

Alma y corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora