Capítulo 42

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Llegamos a mi casa y bajé del auto sin decirle una palabra a Nolan. No porque estuviera molesta... simplemente algo dentro de mí me decía que no estaba siendo sincero. Lo sentía distante, ausente, como si llevara un peso encima que no podía compartir todavía.

Cerré la puerta del auto con suavidad y caminé hacia la entrada, pero antes de llegar, lo escuché detrás de mí. Se acercó sin decir nada y me envolvió en un abrazo cálido.

Se lo devolví sin dudar.

No sabía qué le pasaba, pero lo conocía lo suficiente para saber que, cuando estuviera listo, me lo contaría. No necesitaba forzarlo. Él había respetado mis silencios, mis días de tristeza, mis pausas... ahora era mi turno de entender que todos necesitamos espacio a veces.

Apoyé mi rostro en su hombro unos segundos más, cerrando los ojos.

—Estoy bien, ¿sí? —me dijo en voz baja.

—Solo estoy cansado y frustrado... Se viene un partido muy importante, es eso, no te preocupes —añadió, antes de besarme con suavidad.

Lo miré un segundo más, dudando, pero decidí confiar en sus palabras. Lo invité a pasar a casa, y él asintió con una pequeña sonrisa.

Apenas cruzamos la puerta, Chispitas nos recibió como si lleváramos años fuera. Correteó entre nuestras piernas, dando saltitos y lanzando pequeños ladridos emocionados. Me agaché para acariciarlo, pero antes de que pudiera decir algo, escuché unos pasos correr por el pasillo.

—¡Nolan! —gritó Hunter.

Me enderecé, creyendo que correría directo a mis brazos como solía hacerlo, pero no fue así. Pasó junto a mí sin detenerse y fue directo a Nolan, quien lo alzó en el aire entre risas.

—¡Hey, pequeño! —dijo Nolan mientras lo sostenía en brazos.

Parpadeé, algo desconcertada. ¿Mi hermanito... acababa de ignorarme?

—Hola, Oli —me saludó Hunter desde los brazos de Nolan, como quien saluda a la vecina de al lado.

Nada de abrazo. Nada de besito.
Solo "Hola, Oli".
¿Es en serio?

—¿Jugamos afuera? —le pidió Hunter a Nolan, totalmente enganchado con él.

Nolan sonrió y asintió.

—Claro, vamos —dijo, saliendo con él al patio como si fueran mejores amigos desde siempre.

Me quedé un momento en la sala, mirando hacia la puerta por donde se habían ido. Fruncí los labios, fingiendo estar indignada, pero por dentro... no podía evitar sonreír.

Al menos ya no se le notaba tan tenso, y eso, sin duda, me alegraba el corazón.

Caminé hacia el despacho de mamá. La puerta estaba entreabierta, así que toqué suavemente antes de asomarme. Estaba en su escritorio, rodeada de papeles, completamente concentrada en lo que hacía. Me acerqué y le di un beso en la frente.

—¡Cariño, llegaste!  ¿Qué tal los entrenamientos? —preguntó sin apartar la vista de los documentos.

Sonreí mientras me sentaba en la silla frente a ella.

—Muy bien... estoy un poco nerviosa, pero sé que lo haré genial.

Ella dejó lo que estaba haciendo por un momento y me regaló una sonrisa cálida.

—Lo harás excelente, no tengo dudas.

—¿Y los chicos? —preguntó, estirándose un poco en la silla.

—Hunter está en el patio con Nolan, jugando. Y Logan... bueno, supongo que en su habitación como siempre.

Ella asintió, como si eso confirmara exactamente lo que esperaba.

Eres para mí ♡ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora