Haeun se quedó en su sitio, a punto de meterse al salón, cuando escuchó la voz alegre que retumbaba por el pasillo.
El chico de la vez pasada, ParkHu, estaba alegremente saludando a casi toda la escuela, con su típica sonrisa enorme y perfecta. Aunque su cabello ahora era completamente negro.
Unos chicos de cursos mayores se rieron con desdén, pero al ver que ParkHu los miraba con una mezcla de calma y advertencia, bajaron la cabeza y se fueron sin chistar. Los niños a los que habían estado intimidando le murmuraron un tímido "gracias" antes de huir pasillo abajo.
Haeun, que acababa de subir las escaleras, lo observó en silencio desde unos pasos más allá. ParkHu saludaba a todo el mundo con facilidad, como si llevara miles de años en ese lugar, como si el mundo no pesara sobre sus hombros. Y ahí estaba, haciéndose el héroe sin buscar gloria. Suspiró. ¿Por qué siempre tenía una sonrisa?
Se dio vuelta, queriendo entrar al salón sin ser vista, pero entonces lo oyó:
—¡Oye… tú!
Se congeló. Mierda.
—La chica del final del pasillo —insistió él, acercándose a paso rápido. Se detuvo a una distancia prudente, inclinando la cabeza con una sonrisa amplia—. ¿Estás bien?
Haeun alzó una ceja.
—¿Tú me hablas?
—No veo a otra chica mirando como si quisiera desaparecer —respondió él con una risa suave—. Te vi ahí parada hace rato. Parecías... no sé, tensa. Como si ibas a golpear a alguien o salir corriendo.
Ella dudó, pero finalmente murmuró:
—Estoy bien.
ParkHu la observó unos segundos, luego se frotó la nuca.
—Bueno… si alguna vez te lanzan un balón, prometo atajarlo por ti. Aunque no sé tu nombre, así que tendrías que gritar algo para que voltee —dijo con una sonrisa torpe.
Haeun soltó una risa corta por la nariz. Apenas.
—¿Y si no quiero que lo atajes?
—Entonces te lo lanzo yo —bromeó, encogiéndose de hombros.
Ella negó con la cabeza, medio divertida a su pesar, y trató de que no se notará la pequeña sonrisa apenas visible.
—Haeun.
Él la miró un segundo, como para grabarse el nombre, y luego sonrió más ancho.
—Perfecto. Haeun. Lo recordaré si un balón vuela directo a ti. Palabra de arquero improvisado.
Ella no dijo nada más. Solo le lanzó una última mirada, dio media vuelta y entró al salón. Pero al hacerlo, se dio cuenta de que su expresión ya no era tan pesada como antes.
ParkHu se apoyó contra la baranda del segundo piso, mirando cómo los alumnos entraban a sus clases mientras tarareaba suavemente una canción. Gotak se le unió un segundo después, metiéndose un chicle a la boca con desgano.
—Así que Haeun, ¿eh? —dijo Gotak, estirando el nombre con burla.
ParkHu sonrió sin mirarlo.
—Ah, así que sí te interesó —respondió, dándole un codazo suave—. Y eso que te hacías el indignado hace un rato.
Gotak resopló, recostándose al lado de él.
—No me interesa —dijo con sarcasmo—. Solo me parece curioso que mi mejor amigo esté coqueteando con una antisocial que apareció de la nada.

ESTÁS LEYENDO
𝗸𝗶𝘀𝘀 𝗺𝗲 𝘂𝗻𝘁𝗶𝗹 𝗶𝘁 𝗵𝘂𝗿𝘁𝘀, seongje x ocfem
Short Story𝐊𝐔𝐇 - Este fanfic no busca romantizar relaciones tóxicas de ninguna manera. A lo largo de la historia se tratarán temas sensibles como violencia en pareja, dependencia emocional, manipulación, entre otros. Si decides continuar leyendo, por favor...