Capítulo 40

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Nolan estacionó el auto frente a la acera de mi casa. El cielo estaba un poco oscuro, las farolas iluminaban la calle con una luz cálida y tranquila.

Apenas abrimos la puerta principal, Chispitas salió disparado como una bala peluda y emocionada. Ladraba como si no me hubiera visto en semanas, moviendo la cola a toda velocidad. Se lanzó directo a mí, como siempre, pero apenas me saludó, corrió hacia Nolan con ese entusiasmo que sólo le tiene a él.

Dejé mi mochila en el sofá y fui a la cocina. Sentía la garganta seca, así que abrí el refrigerador buscando algo frío. Nolan me siguió, como si estuviéramos sincronizados sin siquiera hablar.

-¿Quieres algo de tomar? -le ofrecí mientras llenaba un vaso de agua.

-No, estoy bien. -Apoyó un brazo en la encimera, observándome.

Mi celular vibró en mi bolsillo. Lo saqué y sonreí al ver el mensaje de mi mamá, eran varias fotos del bebé de mi tía Abby. Apenas vi la primera, sentí un calorcito en el pecho. Era tan pequeñito, tan tierno, con esos cachetitos regordetes que daban ganas de abrazarlo por la pantalla.

-Mira esto -le dije a Nolan, haciéndole una seña para que se acercara.

Él se puso a mi lado y miró la pantalla mientras yo pasaba las fotos con el dedo.

-Es precioso -dijo, bajito, como si no quisiera romper el momento.

Lo miré de reojo y me encontré con su perfil tranquilo, con esa expresión serena que me hacía pensar si algún día, podría verlo sosteniendo a un bebé así.

-Lo es -murmuré, aunque ya no sabía si hablaba del bebé... o de él.

Guardé mi celular en el bolsillo tras ver las últimas fotos del bebé, aún con una sonrisa suave en los labios. Nolan se acercó un poco más, y su mano subió con delicadeza hasta rozar la parte de mi cabeza donde, horas antes, me había golpeado en los entrenamientos.

-¿Hablaste con la entrenadora? -preguntó en voz baja, sus ojos buscando los míos.

Suspiré, bajando un poco la mirada.

-Sí... pero fue justo lo que esperaba. Grace dijo que fue un accidente, Nora la apoyó y no pasó nada. Solo una advertencia.

Nolan bufó, molesto, con esa expresión que sólo usaba cuando algo realmente le frustraba. Pasó una mano por su cabello, claramente conteniéndose.

-No puedo creer que las cosas se queden así. ¡Tenían que sancionarla, Liv! -dijo con la mandíbula apretada-. No quiero que te vuelvas a lastimar... -sus ojos se clavaron en los míos, más serios, más intensos-. Tuve mucho miedo cuando te vi caer desde tan alto.

Su voz bajó a un susurro mientras tomaba mi rostro entre sus manos.

-No podría verte nuevamente en un hospital... no lo soportaría.

Lo miré con el corazón encogido y una oleada de ternura me recorrió por completo. Me acerqué y le di un beso suave y tierno.

Cuando me separé, lo miré a los ojos.

-Voy a estar bien...

Me sostuvo la mirada con firmeza y dijo con voz baja pero cargada de intención.

-Solo mantente lejos de Grace.

Solté una risa incrédula y lo miré con una ceja alzada.

-¿¿¿Yo??? ¿Tú mantente lejos de esa zorra -dije sin filtro, cruzándome de brazos-. Y te lo digo en serio, Nolan. No la mires, no le hables, no la...

Pero no llegué a terminar. Sus labios se estrellaron contra los míos en un beso que me robó por completo el aliento. Fue rápido, inesperado, y cuando se separó, tenía esa sonrisa ladeada que me encantaba.

Eres para mí ♡ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora