──★ 🪐 ̟!!
Katherine Mora amaba escribir sobre el amor y aprovechaba su talento cobrando por cartas y poemas en su escuela. Todo iba bien hasta que Addison le pidió ayuda para conquistar a Owen Cooper, su mejor amigo. Katherine aceptó, incluso ofrec...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me quedé viendo la hoja en blanco como si me estuviera retando. Como si supiera que, aunque soy buena escribiendo de casi cualquier cosa —cuentos, diálogos sarcásticos, análisis de personajes literarios—, esta vez me estaba costando. No porque no tuviera nada que decir, sino porque tenía demasiado. Y todo lo que tenía que decir… dolía.
El profesor había sido claro: "Un poema.
De lo que quieran. Pero que sea poema. Tienen un día."
Un día para abrir una herida y convertirla en rima.
Un día para mirar hacia adentro sin desviar la mirada.
Un día para volver a pensar en él.
Solté un suspiro frustrado, hundiéndome en el respaldo de mi silla. Mis dedos jugueteaban con el bolígrafo como si esperaran que las palabras cayeran del cielo. Pero no caían. No querían salir. Y no era porque no supiera escribir. Era porque escribirlo significaba admitirlo. Y admitirlo… me dejaba completamente expuesta.
No se trataba solo de Owen. Se trataba de lo que pasaba cuando alguien deja de estar, pero aún vive en todo lo que haces.
En cada rincón del día. En cada silencio que se estira más de lo normal. En cada canción, cada broma interna que ya no tiene con quién compartirse.
Me di cuenta de que no había pasado un solo día sin pensar en él. Y eso me enojó.
Me enojó porque yo no quería seguir atada.
Me enojó porque él no parecía sentirse igual.
Y me enojó más aún que, a pesar de todo, lo extrañaba.
Apreté el bolígrafo con más fuerza. Me dije a mí misma que esto no iba a poder conmigo.
—No me va a ganar —murmuré, con los dientes apretados.
Si hay algo que siempre he sabido hacer, es escribir. Aunque esté rota, aunque me tiemblen las manos, aunque el corazón me juegue en contra.
Así que me enderecé, dejé de buscar excusas y me obligué a escribir la primera palabra. No sabía si sería un buen poema.
No sabía si el profesor lo entendería, si Owen alguna vez lo leería, si mis amigos notarían que cada línea era un reflejo de lo que me callaba. Pero por primera vez en semanas, sentí que tenía el control.
Y ahí, con el corazón apretado y la mente girando más rápido de lo que podía procesar, empecé a escribir.
No sabía cómo iba a terminar.
Pero al menos… ya había empezado.
Mis dedos empezaron a moverse por la hoja casi sin pensarlo, como si todo lo que había guardado estos días por fin encontrara una salida. No fue una explosión de inspiración, no fue una tormenta de palabras… fue lento. Doloroso. Como escarbar con una cucharita en una pared de concreto. Pero era honesto.
Cada frase que escribía tenía el peso de una conversación que nunca tuvimos, de una disculpa que nunca llegó, de una presencia que se sentía incluso más fuerte en su ausencia.
Escribir me obligaba a mirar todo de frente. A recordar cómo se sentía cuando Owen se reía conmigo en medio de una clase aburrida, cuando se ofrecía a cargar mi mochila sin que yo se lo pidiera, cuando me veía con esos ojos que, aunque él no lo supiera, me hacían sentir como si yo fuera suficiente.
También me obligaba a recordar lo otro. La hoja que leyó. Su rostro herido. El vacío de estos días. Pero también lo bonito,los abrazos,los besos.
No sé cuánto tiempo estuve ahí, escribiendo.
Cuando terminé, no sentí alivio. Sentí una mezcla rara de agotamiento y orgullo. Como si hubiese corrido una maratón emocional con una piedra en el zapato y, aun así, hubiera llegado a la meta.
No releí el poema. No podía.
Lo doblé con cuidado, lo guardé en mi carpeta y me acosté en mi cama.
Mi cuarto estaba en silencio y mi mente también,esa noche fue fácil,había podido dormir bien.
Al día siguiente, la clase de Escritura tenía ese silencio tenso que solo aparece cuando todos saben que hicieron la tarea… pero nadie quiere ser el primero en mostrar el alma.
El profesor entró con una sonrisa más intensa de lo habitual, y sin siquiera saludar, fue directo al grano.
—Bueno, chicos —dijo, dejando su taza de café sobre el escritorio—Ayer les pedí que escribieran un poema. Hoy quiero escucharlos. No es obligatorio, pero… si alguien quiere leer el suyo, adelante.
Un par de estudiantes bajaron la mirada.
Otros fingieron buscar algo en sus mochilas. Yo tragué saliva y miré mi cuaderno, como si eso lo hiciera invisible.
Entonces, sin previo aviso, escuché el sonido de una silla arrastrándose. Alcé la vista por reflejo.
Owen.
Se estaba poniendo de pie.
Mi corazón se detuvo.
El profesor lo miró, sorprendido, pero con entusiasmo.
—¿Vas a leer el tuyo, Owen?
Él asintió con una seriedad que desentonaba con su típico aire despreocupado.
—Sí.
Caminó hasta el frente del salón con pasos firmes, aunque su mandíbula apretada delataba que no era tan fácil como aparentaba. Sacó una hoja doblada de su libreta, la desplegó con cuidado y la sostuvo con ambas manos. Yo no respiraba. Nadie lo hacía.
—10 cosas que odio de ti
por Owen Cooper
"Odio el cómo miras, tan ajena y tan cerca, como si pudieras ver lo que mi alma dispersa.
Odio el brillo en tus ojos cuando hablabas conmigo,y cómo mi corazón se convierte en un lazo cruel.
Odio el calor de tus manos en su lugar, cuando nunca más podré volver a rozar.
Odio las palabras que no me dijiste, y el silencio que mi pecho aún persiste.
Odio cómo ayudaste, sin pensar en mí, como si tu bondad fuera solo un candil para ti.
Odio que te olvidaras de lo que me costó, y cómo mi mundo en tus manos se desmoronó.
Odio que hayas sido mi confusión disfrazada,y que mis sentimientos no tuvieran una mirada.
Odio que al final, mi amor fuera un error, pero aún más, que me arrepienta de este dolor.
Y odio, sobre todo, cómo me enamoré, sin querer, sin saber, sin entender.
Y por último, con todo el alma te confieso, que lo que más odio de ti… es que no te odio y aun te quiero."—
.....
Muchas le atinaron...pero solo es basado en "10 cosas que odio de ti". Fue lo que pude crear,espero y les guste💛