capitulo 1

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El salón estaba sumido en un silencio tibio, apenas roto por el murmullo lejano del tráfico. 
Haeun estaba sentada en el sofá, con su falda plisada y la chaqueta de su uniforme de la escuela aún puesta, mientras Seong Je, su novio, descansaba sobre sus piernas.

El cabello algo largo de Seong Je, oscuro y ligeramente desordenado, caía en mechones sobre sus lentes delgados. El uniforme gindo de su escuela —chaqueta desabotonada, camisa negra con figuras debajo— aún colgaba de su figura de manera despreocupada. Parecía completamente cómodo allí, con los ojos cerrados, dejando que los dedos de Haeun acariciaran su cabello con ternura.

De vez en cuando, su mano se deslizaba lenta, distraídamente, sobre la pierna de ella, en caricias perezosas que hacían que Haeun contuviera la respiración.

La paz de la escena se rompió cuando el teléfono de Haeun, tirado cerca, comenzó a vibrar con insistencia.

Seong Je entreabrió los ojos tras sus lentes, miró de reojo...y su mandíbula se tensó al ver la pantalla iluminada: mensajes, uno tras otro, de diferentes chicos. Nombres desconocidos. Emojis. Frases casuales pero que para él eran inadmisibles.

Una chispa oscura cruzó sus ojos. Se incorporó lentamente, sin apartar la mirada del teléfono, y antes de que Haeun pudiera reaccionar, lo tomó con firmeza.

—¿Que carajos es esto? —gruñó, su voz grave y cargada de veneno.

Haeun se tensó, intentando alcanzar su celular, pero él la evadió fácilmente. Mientras tanto, su mano libre se cerró con fuerza en torno al brazo de ella.

—Son solo mensajes, Yo no...no les contesto—balbuceó Haeun, su voz temblorosa.

Seong Je la miró con los ojos entrecerrados tras sus lentes, su expresión endurecida. 
El agarre en su brazo se intensificó un segundo, haciéndola gemir de dolor.

—¿Te gusta que otros te escriban? ¿Te gusta saber que no eres solo mía? —escupió, el tono más bajo, casi un susurro cortante.

—¡No!, no es eso, te lo juro, Seong Je, yo no les doy importancia, yo solo te quiero a ti —suplicó Haeun, sintiendo cómo su corazón latía frenéticamente contra sus costillas.

Seong Je cerró los ojos, respirando hondo como si intentara no perder el control. Dejó caer el celular al sofá, olvidándolo, y la jaló contra su pecho.

La besó de golpe, aplastando sus labios contra los de ella, un beso desesperado y hambriento.
En medio de esa posesión frenética, Seong Je mordió el labio inferior de Haeun con fuerza, arrancándole un pequeño gemido de dolor.
El sabor metálico de la sangre invadió el beso.

Haeun se tensó, sorprendida, pero él no se detuvo. Su lengua lamió con crudeza el pequeño corte, como si quisiera borrar la herida que él mismo había causado.

Cuando finalmente se separó, Seong Je apoyó su frente en la de ella, ambos respirando pesadamente.

—Lo siento... —susurró, su voz ronca, cargada de un dolor feroz. — No soporto que nadie más te mire, te hablé o que respire cerca de ti.

Los dedos de Seong Je siguieron acariciándole la pierna, esta vez más lento, como si intentara calmarse, mientras Haeun, todavía temblorosa, deslizó la mano sobre su mejilla.

Sabía que amarlo dolía, pero aun así, se aferró a él como si su vida dependiera de ello. Al fin de cuentas estaba acostumbrada a esos arranques compulsivos de el. Pero ella se quedaría con el, el la escuchaba, la entendía, cuando peleaba con sus padres, el calor de sus abrazos la hacían amarlo más.

El era de ella y ella de el.

Después de un largo rato, Haeun se removió incómoda entre los brazos de Seong Je. El cielo afuera comenzaba a oscurecerse, tiñéndose de tonos naranjas y lilas.

𝗸𝗶𝘀𝘀 𝗺𝗲 𝘂𝗻𝘁𝗶𝗹 𝗶𝘁 𝗵𝘂𝗿𝘁𝘀,     seongje x ocfemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora