—Dámela —le dijo extendiendo su mano.
La joven rubia lo miró insegura, y luego se quitó la túnica que la cubría, para que él se la colocara, atándola en su cintura.
—Muy bien, ahora necesito que corras lo más rápido que puedas, que descanses lo menos posible, para que puedas llegar cuanto antes a la aldea ¿De acuerdo? —le dijo mientras hacía un preprarado de hierbas y lodo.
—N-No quiero hacerlo —pronunció con lágrimas en los ojos, poniéndose de cuclillas frente a él—. Ivanska.
Él la miró y apoyó una de sus manos sobre su mejilla, acariciándola suavemente.
—No puedo ir contigo, mi amor, ellos están detrás de nosotros, y yo necesito que tú te salves.
—Pero no quiero irme sin tí... No volveré a verte —sollozó—. ¿Cómo cargaré tanto dolor sola?
—No estás sola —le aseguró dándole un suave beso, seguido por otros más cortos—. Yo siempre estaré contigo.
—Ven conmigo, por favor —lloró contra sus labios—. Por favor, no quiero irme sin tí.
—Si nos encuentran, mi vida no será la única que perderás ¿Entiendes? —le dijo mirándola a los ojos—. Cuídalo por mí ¿Si?
La rubia asintió con la cabeza, mientras continuaba sollozando e Ivanska tomaba el preparado entre sus manos, comenzando a colocarlo por el cuerpo de Tariel, para cubrir su aroma y que no pudieran encontrarla.
—Corre en línea recta hacia el norte y no te detengas por nada, no importa lo que escuches ni con quién te encuentres, tú solo corres, y cuando llegues a Tamelka, no le digas a nadie quién eres o de donde vienes ¿De acuerdo?
—Sí —sollozó, tomándolo de las manos.
—Muy bien, cuando llegues, pide asilo político, diles que eras de una aldea aledaña entre Tamak'Atak y Bestak, y que debiste huir por un enfrentamiento que ocurrió allí. Todos en la isla ahora mismo deben saber lo que está ocurriendo con Izlang.
—E-Está bien.
—Y recuerda, no permanezcas más de tres días allí. Come bien, descansa y luego debes irte hasta Sumaltak, allí podrás asentarte por un tiempo.
Asintió con la cabeza, sin dejar de llorar e Ivanska la abrazó a él, sintiendo su corazón hecho trizas.
—Te amaré por siempre, Tariel, eso jamás lo olvides.
—Ven conmigo, no importa cuanto te lleve, pero ven a mí encuentro... No nos dejes solos, huye también, por favor —le pidió suplicante.
La tomó del rostro y asintió con la cabeza, dándole un último beso.
—Si existiera tan sólo una única posibilidad de volver a vernos, te juro que lo haré... Iré a buscarlos. Pero ahora debes irte ¿Sí? Corre, corre y no mires atrás ni te detengas por nada.
—Te amo —le dijo dándole un último beso, antes de ponerse de pie y comenzar a correr hacia donde él le había pedido.
Ivanska miró hacia abajo, quedándose sentado en el mismo lugar unos minutos, respirando profundo... Sus horas de vida ya estaban contadas, y el reloj comenzaba a correr en su contra.
Se lavó las manos y se puso de pie, comenzando a caminar en dirección contraria de donde Tariel lo había hecho.
Se entregaría, para darle más tiempo a ella de alejarse, después de todo, gracias a su túnica, los rastreadores lo estaban persiguiendo ahora a él, por lo que iría tomando diferentes caminos para alargar lo mayor posible el tiempo.
Tariel y su cachorro no podían ser encontrados.
***
Un alto muchacho de figura atlética, cabello castaño claro y algunas mechas en tonalidades claras, de hermosos ojos dorados delineados finamente de un negro natural, observó con rabia a su representante político, gruñendo y enseñando sus colmillos.
—¿Cómo que Tariel huyó con un guardia de la familia real? ¡¿Qué carajos significa que MI FUTURA MUJER HUYÓ CON OTRO MACHO?!
—Imalta, es algo que nosotros aun no podemos comprender porqué lo hizo, pero ya hemos encontrado su rastro —intentó razonar el padre de la jovencita—. Pronto llegaremos hasta ella y-
—¿Sí? ¿Pronto llegarán hasta ella? ¡¿Y de qué mierda me sirve una hembra que seguramente ya fue tocada por otro macho?! ¡Hace dos semanas nadie sabe de ella!
—El príncipe Mofak nos aseguró que en el tiempo que Tariel estuvo en su casa, el oficial jamás se acercó a ella con otras intenciones... Independientemente de lo que haya ocurrido en la selva, se puede interrumpir.
—No quiero una hembra impura —expresó con asco—. Y mucho menos una que fue follada por otra especie.
—Entonces se la daremos a otro noble si tú ya no quieres responder por ella.
—Hagan lo que quieran, pero ve teniendo en mente, que pierdes toda relación política y económica con mi familia —gruñó antes de marcharse.
El sabía muy bien que nadie querría tomar a Tariel ahora, no luego de haberse mezclado con otra especie.
***
Era de madrugada ya, y se detuvo un momento para poder tomar algo de agua y comer alguna fruta. Llevaba horas corriendo, y estaba realmente agotada, y muy hambrienta.
Pero no hizo más que sentarse debajo de un árbol, que un aroma muy familiar, llegó hasta ella... ¿Qué estaba haciendo él allí? ¿Por qué se encontraba en esa zona de la isla?
Sigilosamente, comenzó a caminar hasta él, hasta estar a unos pocos metros y comprobar que sí estaba en lo correcto, que era Tarek y estaba solo, durmiendo debajo de un árbol.
¿Pero que estaba haciendo el niño allí?
—Príncipe Tarek ¿Está bien? ¿Qué hace aquí? —le preguntó acercándose a él, despertándolo.
El muchacho rápidamente se sentó y la observó desconcertando.
—¿Yo? ¿Qué haces tú aquí? ¿Y por qué estás llena de lodo?
—Y-Yo... Estoy huyendo.
—Bueno, ya somos dos —pronunció serio—. ¿Pero tú por qué huyes, Tariel?
Lo miró insegura y luego negó con la cabeza.
—Lo lamento joven príncipe, no puedo decirlo.
—Okay, de todos modos no es como pueda decírselo a alguien más, yo también estoy huyendo. Me dirijo a Tamelka.
—¿En serio? —le preguntó abriendo los ojos sorprendida—. Yo también voy allí.
—Al parecer es la zona más segura por el momento...
—Podríamos viajar juntos si le parece —le propuso—. Yo sólo estaré unos días allí antes de tener que marcharme nuevamente.
—Claro, es bueno tener a alguien conocido con quién viajar.
—Gracias joven príncipe —sonrió suavemente.
—Ya no me llames así, Tariel, ahora solo soy una persona más, dime Tarek, mi padre ha perdido todo título, y por consiguiente, yo también.
No sabía porqué Tariel estaba huyendo, pero al menos el resto del camino a Tamelka no sería tan solitario.
...
Tariel pertenece a los guepardos (de ahí el porqué Izlang la llamó mujer gato en capítulos anteriores) e Ivanska a los jaguares ♥️ (guerreros por excelencia)
