Capítulo 37
Kuala Lumpur
Suenen los cubiertos contra el plato.
Hay silencio a ratos. No porque no sepamos qué decir, es porque tenemos la boca llena de desayuno. Está muy bueno, y no solo Dani.
Se ha vestido con una camiseta de tirantes blanca. Él siempre está haciendo bromas de que no se la cambia, pero todos sabemos que tiene varias y que en realidad es mucho más higiénico de lo que aparenta.
Al principio no estaba segura, pero me di cuenta al editar los vídeos. La mancha que aparecía al principio luego no estaba al final. Consecuencia de pasarme horas haciendo zoom a sus músculos.
Tengo el mejor trabajo del mundo.
Ya no me tiemblan las manos tanto como cuando nos hemos sentado, pero Plex no va a dejar escapar el hecho de que casi tiro el plato de las tostadas.
Estaba pensando en bucle la palabra cita y no me he fijado en que tenía el cordón desatado.
El hotel tiene un pequeño buffet, y ahí es donde nos hemos decidido por desayunar. Anoche tenía miedo de no ser capaz de levantarme a la hora. Puede ser que por eso apenas haya podido pegar ojo.
No me lo quería perder.
Me he despertado cinco veces para comprobar que hora era. Dani seguía durmiendo en todas las ocasiones salvo en la última, que ha sido cuando nos ha sonado a la vez el despertador. Nuestro compañero de cuarto, Kruffy, ha seguido descansando como si nada.
Le estoy empezando a coger cariño.
Me llevo una de las tostadas de mermelada de fresa a la boca. Dani está pelando un kiwi, no tengo muy claro cómo piensa comerlo. En mi casa siempre se han comido con cuchara, como si fuesen un yogur.
—¿Qué es lo que intentas?—parte del motivo por el que mis nervios han desaparecido, es porque no está siendo incómodo.
No he tenido muchas citas en mi vida, pero desde luego que tan cómoda como ahora, nunca me he sentido. Siento el cosquilleo en la tripa y las extremidades, pero es más por pensar que estamos los dos a solas que por lo que está ocurriendo.
Con Dani, todo es como si lleváramos media vida haciéndolo.
Lo he malpensado.
—Voy a hacerme una tostada de kiwi.—que asco.—No pongas caras que aún no lo has probado.—no cambio mi mueca.
Ni falta que me hace descubrir a que sabe, gracias.
—Eres un poco raro.—lejos de ofenderse, se hecha a reír.
Somos los únicos en el restaurante. Puede ser por el hecho de que hayamos madrugado y de que estemos en un resort perdido de la mano de dios. O tal vez es el destino dándonos la privacidad que nos merecemos.
Por fin, también te digo.
—Lo dices como si tu fueras perfectamente normal.—ahora está cortando la fruta en rodajas.
—De hecho sí.—coloca los círculos concéntricos sobre la rebanada.
—Alicia.—me encanta como dice mi nombre. Suena tan bien en su voz.—En todo el tiempo que te conozco, que ya es más de un año, lo más normal que has hecho ha sido ser amiga de Borja y Jopa.—muerde un pedazo del pan, la nuez de su cuello se mueve de forma sincronizada.—Ese es el nivel.
—Exageras. Eres el típico que come pizza con plátano.—le vacilo.
—Y tú lentejas con kétchup.—contraataca.

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Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus
FanfictionDiez meses han pasado desde que se acabo la vuelta al mundo. Y diez meses, es mucho tiempo. Cuando Plex, Adri, Borja y Jopa comienzan a dar la tercera vuelta, no pueden olvidarse de su editora favorita: Alicia. PARTE II: OCHENTA DÍAS No es impresci...