XXV.Un piquito.

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Al día siguiente, sentí que todo el universo estaba conspirando para que me pusiera más nerviosa de lo normal.

Desde que llegamos a la escuela, Addison no dejó de hablarle a Owen. Se le pegaba como chicle, riendo fuerte con cualquier cosa que él decía, y buscaba excusas para tocarle el brazo o pedirle ayuda con cosas que, sinceramente, podía hacer sola.

Y Owen... bueno, Owen se veía incómodo.

No decía nada, pero su sonrisa era tensa.

Se rascaba la nuca cada vez que ella se reía demasiado cerca y buscaba con la mirada a alguien, como si necesitara un escape urgente.

Y entonces, ahí estaba yo. Viéndolos.

Sintiendo que me partía en dos. Porque aunque odiaba verlos así, también me sentía culpable por lo que sabía y por lo que sentía.

Y claro… cada vez que Owen me hablaba, como si nada estuviera pasando, mi estómago hacía marometas.

—¿Trajiste el resumen de historia? —me preguntó justo antes de entrar a clase, acercándose más de lo normal.

—Sí... sí, claro —dije, pero mi voz me salió un poco más aguda de lo normal.

—¿Estás bien? —preguntó con una pequeña sonrisa.

—Perfecta —respondí, tragando saliva.

A unos pasos de mí, Isabella me lanzó una mirada burlona, Malia levantó las cejas y Dior susurró un dramático:

—La tensión romántica me está matando.

Intenté ignorarlas, pero no pude evitar reírme un poco mientras le pasaba el resumen a Owen.

—Gracias, Kath —me dijo con esa voz suya que sonaba tan calmada… y que ahora me descontrolaba por completo.

Por suerte, el resto del día pasó sin más interacción asesina entre Addison y yo.

Pero ella seguía intentando acercarse a Owen y él… seguía sin saber cómo alejarla sin parecer grosero.

Ya por la tarde, nos reunimos en casa de Mason para hacer la maqueta de la tarea de biología.

—¿Quién trajo la cartulina? —preguntó Mason apenas abrimos la puerta.

—Yo —dije, alzando la mano con una sonrisa cansada— Pero también traigo pegamento, marcadores, y una bolsa de galletas que me robé de la alacena de mi casa.

—Kath, siempre tan eficiente —bromeó Malachi, entrando detrás de mí.

El ambiente en la casa era tranquilo, con música bajita y olor a pizza. Nos acomodamos en el comedor con todo el desastre encima de la mesa del cuarto de mason con papeles, cartulinas, figuras de papel, y snacks.

𝐇𝐎𝐖 𝐓𝐎 𝐂𝐎𝐍𝐐𝐔𝐄𝐑 𝐈𝐓-𝗢𝗪𝗘𝗡 𝗖𝗢𝗢𝗣𝗘𝗥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora