![]()
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El caldero burbujeaba lentamente en la mazmorra, emitiendo un leve vapor color púrpura.
Snape sonrió por primera vez en semanas.
-Al fin...-murmuró, con los ojos fijos en la poción que tardó meses en perfeccionar-Que sepas, Black, que esta vez la broma la haces tú.
La poción no era común.
No alteraba el cuerpo, ni generaba daño, solo, invertía roles mágicos.
Un Alfa orgulloso, dominante, impenetrable, pasaría a tener un núcleo más receptivo, más suave.
Ideal para una lección de humildad.
Y lo mejor: no era permanente. Duraría solo unos días.
Lo justo para que Sirius Black se cuestionara cada célula de su arrogancia.
Snape deslizó la poción en una pequeña botella de vino tinto, bien cerrada, con un elegante hechizo de camuflaje.
Esa noche, todos los profesores compartirían una copa en la sala de descanso y, como era costumbre, Sirius jamás rechazaba una bebida gratis.
Horas más tarde, Black reía, apoyado contra una chimenea, con su copa en alto.
-¡Vamos, Snivellus, no pongas esa cara! Relájate por una vez, es Semana Santa, ¡vive un poco!-
Snape simplemente levantó una ceja.
-Lo estoy disfrutando mucho más de lo que imaginas-
Y bebió en silencio.
Black no notó nada al principio.
Pero esa noche mientras intentaba dormir, su cuerpo comenzó a sentirse distinto. Como si su magia hubiera bajado el tono.
Como si una parte de él que siempre rugía, ahora murmuraba.
Su piel ardía... su núcleo también.
Y lo peor: su instinto no sabía cómo reaccionar.
Se levantó de la cama, con el cabello revuelto, y caminó desnudo hasta el espejo.
-¿Qué carajos me está pasando?-
Y entonces, la puerta sonó.
Era Remus.
-¿Sirius? ¿Estás bien? Te noté extraño hoy-
Black intentó contestar, pero el tono en la voz de Remus lo hizo estremecer.
Era como si algo dentro de él... respondiera.
Como si... su cuerpo esperara.
-Maldición... Snape-susurró, con las pupilas dilatadas.
Y Remus sonrió, con leve sorpresa.
Sirius no sabe muy bien lo que paso, solo recuerda estar en su habitación y al otro momento estaba a cuatro patas, siento embestido por Snivellus.

ESTÁS LEYENDO
𝓗𝓪𝓻𝓬𝓸-𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪
Fanfiction-¿Quién es mi Omega? -gruñó Harry, su voz grave, ronca, con un filo de amenaza en cada palabra. Draco no respondió de inmediato, su orgullo luchando contra su cuerpo. Entonces un dedo lo rozó justo ahí, provocándole un espasmo que lo dejó sin aire...