Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
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Por fin había llegado la hora.
El gran momento.
El gran día.
Harry iba a casarse.
Y eso era una de las cosas más importantes que marcaron su vida.
-Harry, cálmate.
-Mione, no me pidas que me calme, tu el día de tu boda estabas peor que yo. Tu cabello había crecido dos tallas, tu maquillaje casi se ve arruinado por las lágrimas y el vestido casi se mancha por culpa de Blaise borracho.
-.....No revivas mis traumas ¿Ok? Eso ya es pasado, hoy es el presente y lo que importa es tu boda y que tus nervios no lo arruinen como casi lo hacen en la mía. Así que, te vas a tomar el té que hice con cariño para ti, te vas a sentar y vas a relajarte hasta que llegue la hora. O sino voy a dormirte de un golpe.
Harry, como buen mandado que es, hizo lo que la castaña le pidió. Las respiraciones que comenzó a tomar se fueron haciendo más bajas, hasta que pudo respirar con normalidad. Eso no quería decir que los nervios no siguieran ahí, pero al menos ahora estaban mucho más bajos que antes.
Y eso era algo.
—Haber, ¿Cuánto queda para ir?
Ya estaban en la habitación del lugar que habían alquilado, era un alquiler demasiado grande para gusto de Harry pero Draco dijo que era lo más pequeño que se podía permitir (ya que, no quería incomodar a Harry con algo mucho más grande).
Contenía tres habitaciones, la principal era ocupada por Harry: utilizada para su preparación. Porque todos sabían que si se preparaba en la casa de sus padres llegaría tarde. Así que preferían ahorrarse las molestias.
Luego estaba el gran (gigante) salón donde se serviría la comida y la pista de baile en conjunto. Todo había sido planificado a ojo de halcón por parte de un crítico profesional (Draco) y con algo de estilo por una persona a la moda (Harry).
Ya estaba todo listo, tan solo faltaban dos horas para que el evento comenzará, los invitados eran recibidos por los empleados, que les indicaban donde sentarse y les iban dando una entrada de comida. Eso fue propuesto por Harry, ya que Draco quería que todos comenzarán a comer cuando la ceremonia terminara, pero el azabache sabía lo que era esperar una hora para comer en las bodas.
—Dos horas.
El de ojos verdes soltó un resoplido.
—¿Tanto? ¿No podemos usar algún objeto mágico para adelantar el tiempo?
—Harry, eso es sumamente peligroso y casi imposible. Además, calma los nervios, ¿Qué te parece si Dudley va a pedir unas bebidas sin alcohol para comenzar? Así se te bajan los nervios y te quedas quieto.
—Esta bien, iré por las bebidas.
Harry estaba vestido con un traje a medida, solo que los pantalones eran de pies anchos (cargo) y de tela fina. Lo que dejaba que el aire traspasara hacia sus piernas con total naturalidad. Su cabello tenía algún intentó de peinado, unas pequeñas margaritas colgaban de algunos mechones.
