Eres para mí ♡ [Completa]

Capítulo 29

Nolan

Caminábamos detrás del entrenador en completo silencio, pero por dentro yo hervía. Sentía los puños tensos, aún con las ganas de volver a golpearlo. Ryan iba a mi lado, con la nariz sangrando y una expresión tan tranquila que solo lograba encender más mi rabia.

¿Qué carajos le habrá dicho a Olivia para que ella lo dejara acercarse así? Para besarla...
Solo de pensarlo, me daban ganas de partirle la cara otra vez.

Llegamos frente a la oficina del director. El entrenador se giró, mirándonos como si fuéramos un par de mocosos malcriados.

-Deberían empezar a comportarse como lo que son -espetó, con el ceño fruncido-. Ryan, eres el capitán del equipo. ¿Acaso quieres que te sancionen y quedar fuera del campeonato?

Ryan desvió la mirada, apretando los dientes.

-Y tú -dijo mirándome con severidad-. Eres uno de mis mejores jugadores. Necesito que te recuperes al cien por ciento para que vuelvas a la cancha. No quiero volver a verlos peleando como niñitas en medio del pasillo, ¿me escucharon?

Asentí sin decir nada. Ryan también.
El entrenador nos señaló las sillas de madera justo al lado de la puerta.

-Siéntense ahí. El director los va a llamar.
Y sin más, se marchó por el pasillo, dejándonos solos.

Me dejé caer sobre la silla con un bufido. No podía ni mirarlo sin que me hirviera la sangre.
Pero tenía que preguntarlo.

-¿Qué le dijiste a Olivia? -espeté, sin apartar los ojos de él-. ¿Qué mierda le dijiste para que te dejara besarla?

Ryan se limpió la sangre de la nariz con el dorso de la mano, y sonrió de lado, como si estuviera orgulloso de lo que hizo.

Giró la cabeza hacia mí, todavía con esa maldita sonrisa pintada en la cara.

-Solo le dije la verdad -respondió, encogiéndose de hombros-. Que tú fuiste el idiota que se metió en nuestra relación y la confundió. Pero que soy yo, al que realmente quiere.

-¿¡Qué!? -me impulsé hacia adelante, listo para lanzarme sobre él de nuevo, pero justo en ese momento un profesor cruzó el pasillo. Me obligué a frenar, cerré los ojos con fuerza, conteniéndome con todas mis fuerzas.

Ryan lo notó. Claro que lo notó.
Y sonrió más.

-Deberías dejar de meterte entre Olivia y yo -murmuró, como si fuera un consejo amistoso.

Solté una carcajada seca, sarcástica, sin poder creer el descaro.

-Eres un maldito mentiroso -le dije, mirándolo directo a los ojos-. Tú la engañaste, ¿cierto? Algo me dice que mientras andabas con ella, ya estabas haciendo de las tuyas.

-Cometí errores, sí. Pero Olivia es y será solo mía. Estoy enamorado de ella, Russell. No voy a dejar que tú -dijo señalándome con desprecio- te interpongas entre nosotros.

Solté una carcajada amarga, sin poder creer lo que escuchaba.

-¿En serio crees que vas a poder manipularla y engañarla a tu antojo?

Él me sostuvo la mirada sin parpadear.

-¿La quieres tener a tu lado en base a mentiras? -reí con ironía, negando con la cabeza-. Cuando recupere sus recuerdos, todo esto te va a explotar en la cara. Va a darse cuenta de la basura que eres.

-Para cuando recupere todos sus recuerdos, ya estará perdidamente enamorada de mí -dijo con una confianza que me revolvió el estómago.

Me incliné aún más hacia él, apretando los dientes.