capitulo 19: Hospital

3.4K 315 165
                                        

Antes de que lean lo siento había tratado de subir el cap pero wapadtt me había borrado el cap😞

Las puertas de la gran mansión se abrieron despacio, dejando pasar a los tres alfas que regresaban con cajas en las manos, abrigados por el aire fresco de la tarde. Kuroo iba al frente, Bokuto en el centro y Kageyama detrás, todos con rostros algo tensos, como si estuvieran planeando una misión de alto secreto.

—Respira, Bokuto —murmuró Kuroo, empujándolo con el hombro mientras caminaban por el pasillo.

—Lo intento. Pero si Keiji me lanza otra almohada por “ofender su instinto”, me voy a mudar a la habitación de invitados —susurró entre dientes.

—Silencio… ya vienen —advirtió Kageyama.

Desde el gran salón, los omegas salieron en tropel, como si hubieran olido el dulce desde la entrada. Keiji iba con una bata elegante, el cabello recogido en una pinza; Hinata con una camiseta enorme de Kageyama; y Kenma, descalzo y con un libro bajo el brazo.

—¡¿Fueron hasta allá en serio?! —preguntó Hinata, casi arrebatando la caja a Kageyama.

—Sí, sí… —Kageyama le pasó la caja con una sonrisa forzada—. Todo por ti.

—¿Y estos son… los de la foto? —preguntó Keiji, con los ojos brillantes.

—Los mismos —dijo Bokuto, entregándole la caja—. Hechos a mano, pétalo por pétalo.

Kenma se acercó a Kuroo y tomó su caja, abriéndola con la típica lentitud de quien prefiere observar antes de devorar. Aun así, el leve brillo en sus ojos lo delató.

—Están... perfectos.

El momento fue dulce, cálido. Pero los alfas intercambiaron miradas incómodas mientras los omegas comían. Necesitaban decirlo. Tenían que hacerlo.

—Keiji —empezó Bokuto, carraspeando la garganta.

—¿Mmm?

—Pensaba que… ya sabes, por todo lo que ha pasado últimamente —dijo, sentándose a su lado—, podríamos ir mañana al médico. Para revisar que todo esté bien.

—¿Médico? —Hinata levantó la cabeza—. ¿Por qué?

Kageyama intentó disimular.

—Solo por precaución. Han estado… raros. Con antojos, cansancio, sensibilidad a los olores…

—¿Me estás diciendo raro? —Hinata frunció el ceño.

—¡No, no! —se apresuró a aclarar—. Digo… hermoso y misterioso. Pero también raro.

—Kuroo —intervino Kenma, bajando la caja—. ¿Ustedes sospechan algo?

El alfa dudó un segundo.

—No estamos diciendo nada. Solo que, si hay algo más… sería bueno saberlo cuanto antes.

Bokuto bajó la mirada hacia Keiji, quien lo miraba con una ceja levantada.

—¿Estás diciéndome que piensas que estoy embarazado?

Bokuto abrió la boca… y la cerró. Luego, con voz suave, murmuró:

—Estoy diciendo que quiero asegurarme de que tú estés bien.

Silencio.

Luego, Keiji suspiró, dejando la caja a un lado. Su rostro mostraba una mezcla de molestia y ternura.

—Mañana —dijo finalmente—. Pero solo si tú me llevas.

—¿Y si vamos todos? —preguntó Kenma, echando una mirada a los demás omegas—. Solo para quitarnos dudas.

Dos mundos, un latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora