Renacer en otra piel [CREPÚSCULO]

Capitulo 37

hola mis queridisimos lectores, espero que les este gustando la historia tanto como ami. 

Si no les interesa los informes que doy a continuacion, les suplico que lean el punto 5(Quinto)  y  6(sexto) porque son relevantes para este capitulo.

Les escribo esto ya que me e dado cuenta que a algunos no les gusta que Teresa se quede con los Cullen, por lo que e decidido hacer una historia completamente diferente donde Teresa cobra venganza por lo que le hicieron a Bella, sera publicado el 25 de Abril de este año obvio, tendra por nombre DULCE VENGANZA, en tiktok les dejare algunos spoilers de la historia. Mi cuenta de tiktok se encuentra como @valpiria1  

Segundo Nuestra portada a cambiado, ahora la portada de esta historia es original.

Tercero, Mañana es el Estreno de *las elegidas de Nievemara* espero lo lean porfis.

Cuarto, desde el 26 de abril tendre un perfil en Ao3 por si gustan leer las historias allá tambien.

Quinto, Este capitulo esta dividido en 3 tiempos, AUSENCIA PELIGROSA es el presente,UN SECRETO ENTRE INMORTALES se encuentra en el pasado y EL SILENCIO DE LA VISIÓN se encuentra en el presente, pero en forks.

Sexto, les recuerdo que pasaron aproximadamente 4 meses, de la relcion de Teresa, Carlisle y Caius. Edward y Esme regresaron a Forks, porque si, pronto sabran el contexto.

----Ahora si a leer-----

Ausencia peligrosa

Los primeros rayos de luz apenas acariciaban el cielo cuando Caius y Carlisle se detuvieron frente a la entrada de la casa. Ambos estaban vestidos con ropa oscura y expresión grave. Teresa, adormilada pero inquieta, bajó los escalones con una taza de café en la mano.

—¿Tienen que irse los dos? —preguntó, frunciendo el ceño.

—Es solo por unos días —explicó Carlisle con suavidad—. Uno de los hospitales en el norte del estado necesita apoyo tras una ola de casos críticos. Yo me ofrecí a ayudar... y Caius viene para asegurarse de que no me "convierta en mártir", como dijo.

Caius rodó los ojos.
—Alguien tiene que vigilar al santo doctor, y no confío en que no intente quedarse una semana más de lo necesario.

Teresa suspiró, dejando la taza en la mesa cercana.

—No me gusta... Algo se siente extraño.

—Estarás bien —dijo Carlisle, acariciándole el rostro con dulzura—. Charlie está aquí. Y si pasa algo, Mia está a una llamada.

Caius se inclinó hacia ella, tomando su mano entre las suyas.
—Si algo sale mal... lo sentiré. Y volveré. No lo dudes.

Ella asintió, aunque una inquietud le oprimía el pecho.
No sabía por qué, pero su alma se retorcía como si pudiera presentir algo terrible.

Pasaron dos días.

Teresa trató de mantener su rutina. Iba con Charlie a comprar, preparaban cenas tranquilas y miraban películas antiguas. Aunque su padre insistía en que todo estaba bien, Teresa notaba que él también estaba algo nervioso.

Entonces, en el amanecer del tercer día, todo cambió.

Charlie había salido a comprar café. Teresa estaba en la cocina, horneando panecillos (Carlisle insistía en que eran "una joya entre sus talentos humanos") cuando una presencia gélida atravesó el umbral de la casa.