Ella no es ella.
"Me gustaría que me recuerdes sin llorar ni lamentarme, me gustaría que me recuerdes por haber hecho caminos, por haber marcado un rumbo... porque sacudiste mi vida, porque fuiste mi amor."
— Mario Benedetti
Jake.
"Ni tú, ni tu tonto «amor» pudieron arreglarlo"
«No pude arreglarlo.»
«Mi amor no fue suficiente.»
«No pude arreglarlo.»
El volante rechinaba bajo mis manos cada vez que ejercía fuerza. El motor sigue encendido. Pero yo... ya no estoy allí.
*Tempo atrás*
»Estaba de vuelta en aquel pasillo iluminado por la poca luz que el foco podía darnos. Estaba haciendo su mayor esfuerzo, al igual que yo.
Sentado tras la puerta del baño intentaba desaparecer. Mi mente reproducía la misma imagen una y otra vez.
—¿Por qué tenía que enamorarme si no quería que estuviéramos juntos? —susurré con la voz ahogada —¿Por qué Josselyn?
Las lágrimas nublaban mi visión. Y cada vez que cerraba los ojos para quitarlas, la imagen de Josselyn con mi carta entre las manos, junto a su mirada de desprecio volvía a aparecer. Su risa que gritaba "estúpido". Rodeada de sus amigos. Entre risas y burlas.
Burlas que se dirigen a mi.
Mi letra era un desastre, era como intentar leer las lenguas muertas de Egipto.
Debería ser médico.
Pero estaba llena de amor, y era lo que importaba, ¿no? Estaba llena de aquel amor adolescente, torpe, honesto, lleno de nervios, dudas y sentimientos profundos, plasmados en simples palabras que nunca podrían expresar todo lo que quiero decir. Creer que con palabras bastaba para quedarse en el alma de alguien era estúpido.
Para mí, escribir es solamente una posible forma de expresar todo lo que siento. Y faltarían palabras para poder describir todo lo que siento por ella.
Pero a ella le dio igual.
Juro que esperé a que estuviera sola, pero sus amigas nunca se alejaron de ella. Estaba nervioso, me sentía como un niño indefenso en aquel mundo gigantesco. Y lo odiaba.
—Es para ti —le dije sin atreverme a mirarla a los ojos.
Ella tomó la carta. No la miró. No la abrió. No leyó ni una sola línea.Solo me dio esa sonrisa. Esa maldita sonrisa que tanto amaba ahora lucía aterradora. No era la que yo tanto amaba. O eso intentaba creer.
—¿Qué es esta porquería? —Soltó mientras arrugaba aquél papel como si no fuera más que eso. Un insignificante papel.
Viéndome a los ojos fijamente, me la tiró al pecho. Algo crujió.
—Es para ti. —Recogí la carta entre mis manos. Me sentía como si recogiera mi corazón despedazado, mientras el mismo se negaba a aceptar lo que estaba pasando. Cuando en el fondo de mi cabeza mi cerebro me suplicaba con dolor que reaccionara.
Se la di de nuevo, con la esperanza de que todo aquello haya sido un error.
Un simple ataque de nervios.
Estaba dispuesto a dejarlo pasar. Estaba dispuesto a todo por ella.
Pero justo entonces... Ella lo hizo.

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Una Ilusión.
Teen FictionSecretos que pesan más que los suspiros, dos corazones agonizantes anhelando ser salvados, aquellos corazones heridos que buscan una cura, al otro. Unidos por una conexión que desafía las barreras del tiempo, descubren que el amor puede florecer in...