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Katherine Mora amaba escribir sobre el amor y aprovechaba su talento cobrando por cartas y poemas en su escuela. Todo iba bien hasta que Addison le pidió ayuda para conquistar a Owen Cooper, su mejor amigo. Katherine aceptó, incluso ofrec...
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Al día siguiente, me levanté con más energía de la que debería tener una persona que no tomó café. Me puse mi conjunto favorito “me veo bien pero no lo intenté demasiado” y hasta peiné mi cabello. O bueno, al menos lo convencí de no parecer un arbusto.
Bajé las escaleras con una sonrisita sospechosa en la cara, tanto que Miguel me miró raro desde la cocina.
—¿Tú qué traes?
—Nada. Buenos días, amargura.
—Eso ya suena como que traes algo…
Pero lo ignoré porque tenía una misión: enviarle mensaje a Addison.
"Plan en marcha. Él va a hacer el picnic. Estoy que exploto. Lleva ropa cómoda. Te esperamos en mi casa"
Addison respondió casi de inmediato.
"Esta bien,allá te veo" Perfecto. Mi team estaba listo.
Un par de horas después, cuando el sol estaba en su punto “no me derrito pero sí me quejo”, Owen llegó a mi casa con una mochilita y gafas de sol que no sé por qué le quedaban tan bien.
—¿Lista? —preguntó, sonriendo.
—Súper. Pero antes… hay algo que necesitas saber.
Él alzó una ceja, ya en modo alerta. Dios, cómo me divertía hacerle eso.
—Voy a llevar acompañante.
—¿Qué?
—Sí. No te preocupes, no es mi perro,ni es Miguel.Es Addison.
—¿Addison?
—¡Addison!
—¿Por qué…?
—Porque te estoy ayudando a practicar para cuando salgas con dos personas al mismo tiempo. Un simulacro, Owen.
Él se rió y negó con la cabeza, medio resignado.—Está bien. Pero si me haces cargar doble mochila otra vez, me voy a cambiar de mejor amiga.
—No te atreverías.
—No… pero lo pensé.
Cinco minutos después, tal como lo había prometido (y como siempre, con una entrada digna de una serie juvenil), Addison apareció frente a mi casa.
Llevaba lentes oscuros, una diadema de flores y una actitud que gritaba "vine a causar caos y a verme fabulosa mientras lo hago."
—¡Hola! —canturreó mientras se acercaba.
—Llegas justo a tiempo para tu debut estelar —le dije,sonriendo.
Owen la saludó con una sonrisa, un poco más nervioso que antes. Me daban ganas de gritarle “¡relájate, no es un examen!” pero me contuve. Hoy iba a portarme bien… relativamente.
