La grieta en el mármol
Narrado por Caius Volturi
El amor era un concepto que despreciaba.
Lo consideraba una debilidad, una excusa para los impulsos humanos, un susurro débil en medio de un mundo donde solo la ley, el poder y el control debían gobernar. Durante siglos había mantenido ese pensamiento firme como una losa de piedra. Sentir era ceder. Ceder era morir.
Pero entonces llegó ella.
No de la forma que uno espera que alguien llegue. No con una tormenta, no con una mirada, ni siquiera con una sonrisa. Llegó como llega el invierno en lo alto de una montaña: silenciosa, lenta, pero imposible de ignorar.
Bella.
Primero fue un nombre en un informe. Luego, una curiosidad. Después, una anomalía.
Y ahora... ahora era una grieta en el mármol de mi alma inmortal.No entendí qué era lo que me empujó a seguirla cuando abandonó Forks con el humano. Charlie Swan. Fue irracional. Impropio de mí. Aro y Marcus me habrían cuestionado, o peor aún, se habrían burlado. Pero no lo sabían. No podían. Ni siquiera yo sabía cómo explicarlo.
Solo sabía que debía estar cerca.
La observaba desde las sombras al principio, manteniendo la distancia. Estudiándola, como había hecho con enemigos más poderosos que ella. Pero Teresa no era enemiga. Era... algo más. Una presencia constante que perturbaba mi calma calculada. Una llama tibia en un corazón que se había convencido de estar muerto desde hacía siglos.
Nunca se lo dije, pero cada vez que ella alzaba la vista y miraba directamente hacia donde yo estaba escondido entre los árboles, sentía que me desarmaba. Que su mirada no me veía como el juez, el verdugo, el vampiro inmisericorde... sino como algo más profundo. Algo que ni yo recordaba ser.
No sabía cómo hablarle. No con ella. Había olvidado cómo se iniciaban conversaciones que no fueran amenazas veladas o negociaciones políticas. Pero ella no necesitaba palabras para conmoverme. Bastaba con verla suspirar, o cerrar los ojos al sol, o reírse cuando el humano decía algo torpe.
Yo, que había visto imperios arder y civilizaciones rendirse ante mi mirada, no sabía cómo enfrentar la risa de una mujer.
Y luego ocurrió aquello con Charlie.
No pensaba intervenir. No quería que supiera cuán cerca estaba. Pero cuando vi al hombre caer, y oí su grito... algo dentro de mí se quebró.
Corrí antes de pensar.
La forma en que Teresa me miró cuando me vio junto a su padre... no fue miedo. Fue sorpresa, sí. Confusión, también. Pero sobre todo, fue un reconocimiento silencioso. Como si, por fin, comenzara a verme más allá del mármol frío. Como si, por una vez, yo no fuera un monstruo.
Y eso... eso me asustó más que cualquier batalla en la historia de los Volturi.
En mis noches solitarias, en los salones silenciosos donde nadie más respira, pensaba en ella.
Recordaba el temblor leve de sus manos. La voz disfrazada de fuerza que aún escondía tristeza. La forma en que evitaba pronunciar el nombre "Carlisle", aunque todo en su alma se estremecía al recordarlo.
Bella aún lo amaba. Y sin embargo, algo dentro de ella se abría para mí también. Lo veía. Lo sentía.
Yo, Caius Volturi, que había destruido pueblos enteros sin remordimientos, que había condenado inocentes y monstruos por igual, me encontraba ahora esperando una simple palabra suya. Una sola.

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Renacer en otra piel [CREPÚSCULO]
Fantasy-En proceso de reescritura- Cuando Teresa Chávez muere a manos de Fernando, su historia debería haber terminado. Pero en ese mismo instante, en un lugar muy lejano, Bella Swan también fallece, consumida por la depresión tras el abandono de Edward Cu...