Eres para mí ♡ [Completa]

Capítulo 27

-¿Ryan? -mi voz salió sola, débil, sorprendida.

En ese instante, fue como si una ventana se abriera en mi mente. No con claridad... pero sí lo suficiente para que entraran algunas imágenes, como retazos de un sueño mal recordado. Lo vi apoyado en los casilleros, mirándome mientras creía que yo no lo notaba. Me vi a mí misma riendo nerviosa cuando él se sentaba a mi lado en clase. Recordé las veces que me lo cruzaba en los pasillos y no podía evitar girarme para verlo otra vez. Me gustaba. Creo que me gustaba.

Recuerdo haber tonteado con él. Sus mensajes, sus acercamientos. Pero no... no éramos novios. Nunca lo fuimos. O al menos, no que yo lo sepa. No que yo recuerde.

-¿Lo recuerdas? -escuché a Nolan a mi lado. Su voz era suave, pero tensa, como si contuviera la respiración mientras esperaba mi respuesta.

Asentí despacio, sin dejar de mirar al rubio frente a mi.

-Sí... sé que estudia en el instituto -respondí, aunque lo que no dije fue lo que realmente sentía.

Y como un rayo atravesando la confusión, un pensamiento me golpeó con fuerza.

¿Por qué Ryan Miller está aquí? ¿Por qué viene a verme...?
Dios mío... ¿y yo con esta cara horrorosa?
¿De verdad tenía que aparecer justo ahora, cuando parezco una versión zombie de mí misma?

Ryan comenzó a acercarse. Su andar era confiado, casi como si le perteneciera el momento.

Pero Nolan reaccionó antes.

Soltó mi mano y avanzó hasta quedar frente a él. Su cuerpo entero estaba tenso, su mandíbula apretada.

-¿Qué haces aquí? -le escupió con los ojos encendidos-. Lárgate.

Ryan sonrió, con gesto desafiante que no necesitaba palabras para incomodar.

-Tú no decides eso -le contestó tranquilo, casi divertido-. Eso le corresponde a Olivia, ¿o no?

Los observaba en silencio. Mis ojos iban de uno al otro, confundidos, como si estuviera viendo una escena de una película de la que claramente me perdí el inicio.

-¿Qué está pasando? -pregunté, sintiendo cómo la incertidumbre me apretaba el pecho.

Ryan desvió la mirada de Nolan y me miró. Sus ojos se suavizaron, y en ellos vi algo que no supe descifrar.

-Cariño, ¿cómo estás? -dijo, dando un paso hacia mí.

¿Cariño?

Mi mente se quedó en blanco.

¿Me había llamado "cariño"? ¿Él? ¿A mí?

Iba a responder, o al menos a intentar entender qué significaba eso, pero Nolan lo detuvo al instante, interponiéndose entre nosotros con una rapidez que me sorprendió.

-No te acerques -le dijo con firmeza, la rabia contenida en cada palabra.

Yo solo observaba sin entender nada. Mi cabeza era un torbellino de preguntas sin respuestas.

Y justo cuando el ambiente comenzaba a ponerse aún más tenso, la puerta de la habitación se abrió de nuevo.

-Ryan, ¿quién te dejó entrar? -la voz firme y autoritaria de mi papá llenó el espacio, deteniéndolo todo.

Mi mirada voló hacia él. Estaba de pie en la entrada, con el ceño fruncido y una expresión que no dejaba lugar a dudas: estaba molesto.

¿Mi papá conoce a Ryan?
¿Qué rayos está pasando aquí?

Ryan se giró hacia él y le sonrió con cierta incomodidad.

-Una enfermera me dejó pasar... solo quería ver como estaba Olivia.