⚡I'm fine⚡

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Era medianoche en la casa de los Senshigumi y como era de esperarse el ambiente estaba cargado de tensión, enojo y gritos por parte de los mayores hacia la más joven del clan. A pesar de ser molesto se había convertido en un rutina para la chica y su abuela quien la defendía en todo momento y quién prácticamente era la que siempre se hacía cargo de ella. A Sora no le quedaba nada más que escuchar y seguir guardando esas palabras en su garganta, la frustración crecía en ella pero si se atrevía soltar uno sola palabra sabía que sería su fin.

-Desde preescolar la presionan con sus malditos problemas- la voz de la abuela era seria, tomó de los hombros a la chica para que supiera que ella se encargaría de las cosas y que no está sola- Es solo una adolescente, no pueden exigirle esas cosas.

-Hmph...Mira madre- el padre trató de calmarse para no contestarle de manera grosera- Sora ya no es una niña y por eso mismo desde pequeña le hemos tratado de inculcar sus deberes como perteneciente del clan. Ella debe de ser la mejor de esta generación...

-¿Sólo porque tú no pudiste?- la mayor lo interrumpió.

-Eso mismo es lo que molesta y lo sabes.

-Es tu hija, no un robot que va a cumplir con tus caprichos. Ya te lo dije una vez y te lo repetiré cuantas veces seas necesarias para que entiendas. Mientras yo siga con vida la que tiene el mando en el clan soy yo, por lo tanto me tienes que obedecer veas como lo veas, como madre y como tu líder.

-Si lo dices así, si es mi hija y yo hago lo que quiera con ella - en un momento de desespero tomó a la chica de los hombros a pun punto que Sora hizo una mueca por la presión que le estaba poniendo en los brazos. - Mírame Senshigumi, no vamos a verte en un tiempo ahora que vas a quedarte en la Academia, entonces prométeme que no vas a decepcionarnos esta vez...

Decepcionar...

Palabra compuesta de 11 letras que son pocas pero llegan a pesar durante toda la vida y se vuelve un tormento cuando proviene de las personas que se supone que te aman con toda su fuerza. Todo el fuerzo, dedicación y perseverancia se van al carajo en menos de un segundo. A este punto Sora se veía menos afectada, sabía que hiciera lo que hiciera, sus padres nunca estarían satisfechos con nada.

¿Para que servía todo ese poder si la utilizarían para su beneficio?

¿Nació para ser libre o para ser presa de su propia familia?

Los planetas debían de encontrar un universo un inicio y fin del todo donde conecte con ellos, donde se sientan abrazados sin ser tocados, entendidos sin decir una sola palabra y complementarse uno al otro.

Así es la naturaleza y no se puede cambiar con nada en el mundo, aquellos planetas encontraron su hogar del cual se suponía que debían de alejarse, debían de repelerlo y odiarlo, pero eso es imposible cuando ambos están llenos de terquedad y se aferran al otro como si no hubiera un mañana.

La historia de dos adolescentes que desde el primer instante sintieron esa conexión como si se hablara de un imán donde sus polos buscan desesperadamente al otro, pero el cual su entorno se los prohíbe y hacen lo posible en separarlos.

Nada se queda como está, todo es un cambio constante, lo que esta abajo tiene que subir algún día.

-No...- Por primera vez en su corta vida decidió dejar las cosas en claro .- A partir de hoy dejaré de cumplir con tus exigencias, estoy cansada- apartó las manos que la sujetaban con fuerza .- Entré a la Academia por decisión propia, no me interesa ni en lo más mínimo si te sientes orgulloso de mí porque realmente te veo como un superior del clan y no como mi padre. Haré lo que se me antoje allá, es mi vida, mis decisiones. Podré tener quince años, pero soy más consciente de lo que me piden y tengo más corazón que tu y mi madre juntos.

It's not goodbye, it's see you laterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora