𝑫𝑬𝑨𝑹 𝒀𝑶𝑼, 𝑰 𝑳𝑶𝑽𝑬 𝑼

━ 💌: One Step Closer

—Escuchen, por favor —dijo con tono firme cuando el murmullo creció—. A continuación, Megan pasará con esta caja.

Mostró una caja de cartón decorada con papel brillante. Dentro había círculos de papel de distintos colores, todos del mismo tamaño.

—Tomen solo uno. El color indicará el equipo al que pertenecen y la tarea asignada. En el escritorio hay una planilla: inscríbanse según lo que les haya tocado. Y sí, sabré si hacen trampa. El comité de eventos también debe tomar uno, formarán parte de dos equipos. Gracias. 

Una sonrisa traviesa se le escapó. A Sophia le sentaba bien su rol de líder natural. Megan, feliz con su misión, comenzó a recorrer el aula repartiendo los papelitos. Al llegar a la última fila, se detuvo. Sobre uno de los bancos, una chica yacía cómodamente extendida sobre los brazos con la capucha de una sudadera y una gorra puesta sobre la cabeza.

—Hey, tú —dijo Megan, levantando una ceja—. Deberías tomar uno también.

La figura encapuchada en el banco ni se inmutó. Estaba completamente dormida.

Sophia parpadeó, confundida. Megan giró hacia ella con una mirada significativa. Sophia entendió al instante.

—Lara, ve supervisando que todos se anoten —ordenó, caminando hacia el fondo del salón.

Megan solo la miraba. En ese preciso instante, el señor Greene, se movió hacia el fondo del salón con su taza de café. Sophia sintió que se le encogía el estómago. 

—Meg, haz algo —susurró Sophia con urgencia.

—¿Qué hago?

—¡Muévela! ¡Rápido!

Megan se inclinó para empujar el hombro de la persona justo cuando se escuchó un leve murmullo salir de ella. De repente, Daniela Avanzini levantó la cabeza, con los auriculares aún colgando de uno de sus oídos y el cabello ligeramente revuelto. Parpadeó al ver el aula llena de estudiantes y dos chicas frente a ella 

¿Por que había papelitos de colores por todas partes? ¿Y la señora García?

Frunció el ceño.

—¿Qué demonios...? —murmuró,  quitándose los audífonos.

—¿Todo bien por allá? —preguntó el consejero desde el otro extremo del salón.

—Todo bajo control —respondió Sophia con voz firme, agradeciendo que Megan estuviera justo en la línea de visión del hombre.

Sophia dio un paso atrás justo cuando Daniela se incorporaba, claramente incómoda por haberse quedado dormida en una reunión que ni siquiera le correspondía.
¿Desde cuándo estaba ahí?
¿Se había colado antes de que cerraran la puerta?
¿Alguien más la había visto?

—No estoy interrumpiendo una ceremonia secreta del consejo, ¿verdad? —dijo Daniela con una cara un poco asustada. 

—Un poco tarde para preocuparte —respondió Megan en voz baja, divertida.

—Ay, lo siento tanto. Estaba en clase y... no sé, recuerdo pasar a dar mi lección y luego me desconecté. Voy a matar a Manon por haberme dejado —farfulló entre dientes.

—No te preocupes, Dani —alcanzó a decir Megan, justo cuando el señor Greene se acercaba a ellas.

—¿Todo en orden por aquí?

Daniela se puso tensa. Técnicamente, no estaba prohibido estar ahí, pero tampoco debía haberse colado sin invitación... y mucho menos haberse quedado dormida. No conocía ni a la mitad de los chicos del salón, y lo que habían discutido le era un misterio: llevaba más de una hora escuchando a Playboi Carti y Justin Bieber en modo aleatorio.