Eres para mí ♡ [Completa]

Capítulo 22

Ryan palideció como si hubiera visto a un fantasma. O como si se hubiese dado cuenta de que sus mentiras ya no tenían dónde esconderse.

—Olivia… —dijo apenas, con la voz quebrada—. Déjame explicarte.

—Tú cállate —le escupí, sintiendo la furia ardiéndome en las venas.

Mis ojos se clavaron en Nora.

—¿Desde cuándo? —le pregunté.

Mi voz no tembló.

Pero mi corazón sí.

Ella sonrió, despacio.

Con ese tipo de sonrisa que no dice "lo siento", sino "gané".

—Desde que ustedes empezaron a salir.

Las palabras me golpearon en el pecho como un puñetazo.

Sentí las lágrimas queriendo escapar, pero me negué.

No iba a llorar frente a ellos.

No frente a ella.

Ryan volvió a hablar, suplicante.

—Olivia, no fue así, por favor, escúchame…

—¡Que te calles! —le grité con un temblor en los labios que no pude disimular—. No quiero escucharte. Terminar contigo fue lo mejor que pude haber hecho.

Volví a mirar a Nora.

Y el dolor se me apretó en el pecho.

—No me duele lo que hizo Ryan… me duele lo que hiciste tú.

La voz se me quebró.

Y por un segundo pensé que iba a romperme.

—¿Por qué, Nora? ¿Por qué me hiciste esto? Éramos amigas.

Ella bufó como si mis palabras fueran una molestia menor.

—¿Dolerte? ¿En serio? ¿Tú crees que sabes lo que es dolor, Olivia?

Me quedé en silencio.

Sentí una especie de miedo… no de ella, sino de lo que estaba a punto de decir.

—Sí, éramos amigas o bueno lo intenté. Pero es agotador estar al lado de alguien como tú. Tú no lo ves, pero siempre brillas más. Siempre te escogen a ti. Jossy era mi mejor amiga primero, pero te conoció a ti y me reemplazó. Siempre te buscaba primero antes que a mí. Luego te hiciste novia de Ryan cuando a mi ya me gustaba hace años.

—Yo... yo no sabía ¿Por qué nunca me lo dijiste? —le pregunté, con la voz baja, dolida—. ¿Por qué no me dijiste que te gustaba Ryan? Si lo hubieras hecho… jamás hubiera puesto mis ojos en él.

Nora soltó una carcajada seca, vacía.

—Porque eso no hubiera cambiado nada. Porque tú, Olivia, sin siquiera intentarlo, tú siempre te llevas todo. La capitanía de las porristas. Las miradas. Las oportunidades. ¡Todo! Todo lo que quiero, todo lo que deseo, tú lo consigues solo por existir.

Traté de mantenerme fuerte, pero las palabras eran como cuchillas. No por lo que decían…sino porque venían de ella.

—¿Sabes lo que se siente ver cómo te ponen en un pedestal por ser la ‘dulce Olivia’? —siguió—. La chica buena. La perfecta. La que todos aman. Y yo siempre detrás… la sombra. La que tiene que tragarse todo.

Me dolía el pecho.

No sabía si por la rabia o por la decepción.

—¿Entonces te acostaste con él para lastimarme?