Capitulo 21

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El despertar dorado

La recuperación de Teresa había sido rápida. Tal vez demasiado rápida para alguien con una torcedura grave, pero nadie parecía notarlo... excepto ella. Desde que "renació" en el cuerpo de Bella Swan, se había dado cuenta de cosas extrañas: su fuerza era mayor, su energía se regeneraba con rapidez, y tenía reflejos que no le correspondían. Pero aún así, no era lo físico lo que más le preocupaba.

Era Jacob.

Desde hacía varias semanas no lo veía. No mensajes, no llamadas, no visitas. Nada.

Y eso era raro. Dolorosamente raro.

—Voy a ir a buscarlo —le dijo a Mia, una mañana de sábado mientras recogían sus cosas en la cocina—. Algo pasa. Y no me lo quiere decir.

Mia, que estaba sentada sobre la mesa pelando una manzana, alzó una ceja con tranquilidad.

—¿Estás segura de que es buena idea? La última vez que fuiste allá, volviste con ganas de romperle la cara a alguien.

—Y esta vez tal vez lo haga —resopló Teresa, poniéndose la chaqueta.

Mia sonrió con picardía y bajó de la mesa.

—Entonces no te voy a dejar sola. Podría ser divertido.

El clima en La Push era más frío de lo normal. Las nubes estaban bajas, como si anunciaran tormenta. Teresa no se detuvo. Caminaba con decisión hacia la zona donde vivían los chicos del clan Uley, y Mia, fiel a su estilo, iba detrás de ella con las manos en los bolsillos y una mirada alerta.

Apenas cruzaron la linde del bosque, Sam apareció. Estaba solo al principio, con el rostro rígido, y los brazos cruzados.

—No deberías estar aquí, Bella.

—No me llames así —respondió Teresa, con voz cortante—. Y vine a ver a Jacob. ¿Dónde está?

—Jacob... no puede verte. Está pasando por un proceso.

—¡Oh, por favor! —Teresa dio un paso al frente—. ¿Qué clase de proceso le impide hablarme? ¿Qué clase de "manada" de chicos juega a desaparecer a su amigo? ¡Tú lo estás alejando!

—Yo no controlo a Jacob —dijo Sam, con el ceño fruncido—. Él eligió alejarse.

—¡Él no me haría eso! —gritó—. No sin una buena razón. ¡Dime qué le hiciste!

—No le hice nada. Jacob es como nosotros ahora —respondió, con la voz tensa.

—¿Como ustedes? —Teresa parpadeó—. ¿Qué se supone que significa eso?

Sam respiró hondo. Iba a responder, pero Paul salió de entre los árboles, seguido por Embry y Jared. Paul bufó con burla al verlas.

—Vaya, la muñeca de porcelana vino a hacer drama —se burló.

—¿Qué dijiste? —Teresa se giró con los ojos entrecerrados.

—Que no sé por qué te importa tanto Jacob. Tal vez él se cansó de tu cara de muerta...

¡Pum!

Teresa no lo pensó dos veces. Su puño impactó directo contra la mandíbula de Paul, haciéndolo trastabillar hacia atrás.

Hubo un segundo de silencio.

Y luego... el caos.

El cuerpo de Paul comenzó a temblar, su piel vibraba como si algo dentro de él quisiera salir. Un sonido gutural brotó de su garganta mientras su rostro se deformaba, sus huesos crujían y su forma humana se deshacía. En segundos, un enorme lobo gris plateado emergió, furioso, con los colmillos descubiertos y la mirada asesina.

Renacer en otra piel [CREPÚSCULO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora