Capitulo 25 -No me pagan para esto

4.9K 620 49
                                        

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



El sol apenas se filtraba por las ventanas encantadas de la habitación de Draco en Slytherin.

El aire estaba impregnado de feromonas, calor y deseo.

Harry yacía sobre las sábanas desordenadas, su cuerpo apenas cubierto por una sábana que parecía inútil ante el calor que emanaba de su piel.

Había pasado por otra ola de su rut. Ya no quedaban rastros de control.

Su mirada era intensa, sus movimientos dominantes, pero llenos de adoración. Draco apenas podía mantenerse en pie.

Ambos habían perdido la cuenta de cuántas veces se habían fundido.

Harry apenas comía.

Solo bebía un poco de agua entre oleadas de deseo y marcaba a su Omega con besos, caricias, mordidas suaves y profundas.

Su obsesión era una: asegurar que Draco quedara en cinta.

Draco se giró con pereza, su cuerpo aún dolorido pero satisfecho.

Llevaba puesto solo uno de los abrigos que Harry le había comprado, como si fuera una túnica abierta.

Su cuello, muslos y caderas aún mostraban las flores que habían nacido de sus marcas.

-Harry, necesitas comer-murmuró Draco, con voz ronca.

El Alfa se acercó, dejando un rastro de calor tras de sí.

Le tomó la barbilla y la besó con ansias, como si no hubiera tenido suficiente en toda la noche.

-Anoche no decías eso...-susurró contra sus labios-Anoche suplicabas, Omega.

Draco se sonrojó, pero le sostuvo la mirada.

-Sigo queriendo, pero si no te alimentas, vas a caer rendido antes de volver a montarme, Alfa.

Harry gruñó suave, entre placer y frustración. Su olor era espeso, dulce, dominante.

-No tengo hambre, no de eso, solo te quiero a ti, dentro de ti. Mi semilla aún no ha dado fruto-

Draco rio bajito, arrastrando una uña por el pecho de su pareja.

-Estás obsesionado.

-No, estoy conectado a ti-le respondió Harry, con voz grave-Eres mi Omega. Mi otra mitad.

Se inclinó sobre él otra vez, besando su vientre con devoción.

-Draco... Quiero saber que ahí dentro hay algo nuestro, un lazo eterno...-

Draco lo miró, y por un instante, su fachada elegante y orgullosa se quebró para dar paso a algo más suave, más vulnerable.

-Y yo lo quiero... pero primero te comes esa maldita tostada, ¿entendido?

Harry soltó una risa baja, ronca.
-Sí, señor.

Pero antes de obedecer, se inclinó una vez más, hundiendo su rostro entre los muslos de su Omega, dejando besos, promesas y otra ola de calor a punto de estallar.





-¡Por Merlín! ¡Ron, abre esa puerta con cuidado!-Hermione susurró mientras caminaban por los pasillos de Slytherin.

-No sé por qué tengo que venir contigo... Seguro están dormidos-Ron fruncía el ceño-Y si están haciendo cosas ¡No quiero ver eso, Hermione!

-¡Por eso mismo venimos! Harry no ha salido en dos días. Solo sabemos que está vivo porque envió una lechuza con su letra temblorosa diciendo "Todo bien. Ocupado. Muy ocupado". ¡Y Draco tampoco aparece! McGonagall ya sospecha.

Ron se estremeció.

-No necesitaba esa imagen mental.

Hermione resopló y murmuró un hechizo para abrir la puerta.

Apenas se entreabrió, una ola de calor, feromonas dulzonas y un aroma fuerte a fluido corporal + magia + empalague alfa-omega los golpeó de lleno.

-¡AHG, POR DIOS!-gritó Ron, tapándose la nariz y girándose de inmediato-¡Nos están fumigando!

-Oh por, ¡Harry!-Hermione soltó con indignación.

En medio del cuarto, Harry y Draco estaban semidesnudos en la cama, cubiertos con una sábana a medias.

Draco tenía el cabello suelto, algunas marcas aún visibles en su cuello, y su mirada era entre pícara y avergonzada.

Harry estaba sentado a su lado, solo con un pantalón a medio subir, despeinado, con los ojos brillantes y una sonrisa muy posesiva.

-¿No saben tocar?-gruñó Harry.

Su voz tenía un dejo aún profundo por el rut.

-¡No saben ventilar tampoco!-Ron gritó desde el pasillo-¡No me pagas suficiente para esto, Potter!-

-Ron, no te paga nada-le recordó Hermione.

-¡Por eso mismo!-

Hermione, intentando mantener la compostura, se acercó mientras agitaba la varita y lanzaba un frescura total al ambiente.

El olor se suavizó, pero no desapareció del todo.

-¡Harry! Esto es una residencia estudiantil, no una cabaña de apareamiento, ya estás mejor, ¿no?-

Harry alzó una ceja mientras rodeaba a Draco por la cintura.

-Estoy perfecto. ¿No lo ves?-

Draco rió por lo bajo, apoyándose en el pecho de su alfa. Y entonces Hermione notó los tatuajes.

-¿Eso son flores?-

-¿Y serpientes en tu cuello, Harry?-gritó Ron desde el pasillo, asomándose un poco. Luego se giró, horrorizado- ¡Tienen tatuajes mágicos! ¡Están marcados como en rituales antiguos! ¿Acaso se casaron sin decirnos?

-No... todavía-murmuró Harry, besando la sien de Draco.

Hermione soltó un bufido mientras Ron salía corriendo.

-Lo que me faltaba,una boda secreta y yo sin vestido-dijo por lo bajo.

Harry rió, pero luego sus ojos brillaron de nuevo.

Su aroma cambió ligeramente, y Draco lo sintió.

-Harry...-le advirtió con una sonrisa ladina-Compórtate.

-¿Y si no quiero, Omega?-

-¡Yo me voy!-dijo Hermione, dándose media vuelta-Pero cuando estén decentes, ¡tenemos que hablar de pociones de estabilización y cuidado post-rut! ¡Y de protección mágica para no llenar Hogwarts de mini Potters!-

-Demasiado tarde-susurró Draco divertido.

-¡¿QUÉ?!-Hermione giró en seco.

-¡Nada! ¡Nada!-Harry gritó, lanzándole una almohada.

Hermione salió agitando las manos. Desde fuera, Ron murmuró:

-¿Y si en vez de cachorros tienen, serpientitas con lentes?-

-¡RON!-

Y así, la noticia de que Harry Potter había salido de su rut se extendió rápidamente, junto con el rumor de que quizás, solo quizás, había un Potter-Malfoy en camino.

𝓗𝓪𝓻𝓬𝓸-𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora