Capitulo 18

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Capitulo corregido!!!!




Verdades en la Oscuridad

Los días pasaban con rapidez, como si el tiempo mismo se hubiera rendido ante la rutina. semanas pasaban rapidamente, su vida en Forks era tranquila —escuela, tareas, comidas en familia con Charlie—, por dentro se cocía un huracán. Uno suave, silencioso... pero inevitable.

Teresa aún no sabía qué era exactamente lo que la ataba a Mia. ¿Era enemistad, rivalidad, curiosidad...? No podía explicarlo, pero lo cierto era que su relación con la nueva chica se transformaba cada día. Lo que comenzó como una competencia silenciosa en los salones de clase, se fue convirtiendo en conversaciones casuales, luego en charlas profundas y, sin quererlo, en una especie de alianza. Había algo en Mia que le resultaba dolorosamente familiar. Como mirarse a un espejo que no solo mostraba su reflejo, sino también su alma.

Ese sábado por la tarde, Forks estaba cubierto por su clásico cielo nublado, y una fina llovizna empapaba el aire. El clima perfecto para quedarse en casa, pero Teresa había sentido la necesidad de caminar. Sus pensamientos eran demasiado ruidosos, y necesitaba aire. Así que caminó sin rumbo fijo... hasta llegar al bosque. No era extraño que terminara allí. Siempre había algo de paz en los árboles húmedos y el silencio natural.

Para su sorpresa, Mia ya estaba ahí, sentada sobre una roca cubierta de musgo, mirando hacia el horizonte gris. No se sobresaltó al verla; al contrario, sonrió como si ya supiera que Teresa aparecería.

—¿Cómo sabías que vendría? —preguntó Teresa, frunciendo el ceño.

—No lo sabía. Pero lo sentía —respondió Mia, dándole una palmada a la roca a su lado para que se sentara.

Teresa se sentó, y por un momento, ambas guardaron silencio, observando cómo la niebla se deslizaba entre los árboles como un susurro.

—Necesito contarte algo —dijo Mia, al cabo de unos minutos. Su voz era más grave de lo normal, más firme—. Y quiero que me escuches hasta el final, ¿sí?

—Te escucho —dijo Teresa sin dudar.

Mia bajó la mirada, jugando con una hoja seca entre los dedos.

—No soy lo que aparento. Tú... tú piensas que soy solo otra chica rara que llegó a Forks, que tal vez oculta algo. Y no estás equivocada. Pero hay algo más.

Teresa ladeó la cabeza, intrigada. Sentía que estaba a punto de descubrir una parte clave del rompecabezas que era Mia.

—No soy humana, Bella. Bueno, no completamente. Y tampoco soy completamente vampira.

Teresa parpadeó, confundida.

—¿Qué eres entonces?

Mia levantó los ojos y la miró fijamente.

—Soy un híbrido. Una mezcla imposible. Mi madre era una licántropa, una loba. Mi padre... un vampiro de un linaje muy antiguo. Me concibieron en secreto, fuera de toda ley, fuera de todo lo permitido. Y nací... en el silencio. Crecí escondida, lejos de los clanes, lejos de los humanos. Nadie sabe que existo. Nadie debe saberlo.

El silencio que siguió fue espeso, denso, casi sagrado.

Teresa la observaba con asombro. No había miedo en sus ojos, ni repulsión. Solo una profunda empatía. Porque entendía mejor que nadie lo que era vivir fuera del molde, ser una excepción, una rareza.

—¿Y por qué confiarme esto a mí? —preguntó, suave.

—Porque tú tampoco eres lo que pareces. —Mia suspiró—. No eres Bella Swan. Eres... alguien más. Lo supe desde el principio. Tu forma de hablar, de mirar, incluso de caminar. No eras como ella. Y después, cuando escuché algunos rumores... entendí. Y también porque, aunque no te conozco del todo, sé que jamás traicionarías un secreto así. Eres... de las pocas personas que saben lo que es ser arrancada de una vida y puesta en otra.

Teresa bajó la mirada. Las palabras de Mia le tocaron el alma. Porque eran verdad.

—Yo también soy un experimento raro del destino. Nací en otra vida, con otro nombre, con otras decisiones... Y ahora estoy aquí, en un cuerpo que no me pertenece, tratando de entender qué hacer con todo esto. También guardo secretos, Mia.

—Y eso te hace fuerte —dijo Mia—. Por eso te lo dije. Porque siento que no estoy sola cuando estoy contigo.

Teresa la miró largo rato. Luego se acercó y la abrazó con fuerza.

—No estás sola, Mia. Lo juro. Pase lo que pase, te guardaré ese secreto. Y si algún día necesitas mi ayuda, la tendrás. Porque tú también estás empezando a formar parte de mi historia.

—Gracias —murmuró Mia, emocionada—. Es raro... pero siento que este lugar me trajo hasta ti por una razón.

—Quizás sí. Quizás era necesario que dos raras como nosotras nos encontráramos.

Ambas se levantaron de la roca, sin decir más, pero sabiendo que aquel momento las había unido para siempre. No solo como amigas, sino como compañeras de destino. Porque mientras la noche caía sobre Forks, y el mundo seguía sin saber quién era realmente Bella Swan, ellas ya lo sabían. Y estaban listas para todo lo que viniera.

Juntas.



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Capitulo corregido, espero que este capitulo si le puedan comprender. 

Renacer en otra piel [CREPÚSCULO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora