El sonido de la pelea había atraído la atención de la multitud.
Las personas comenzaron a acercarse, murmurando y jadeando al ver la escena.
Los padres de Jennie aparecieron entre la multitud.
Hana ahogó un grito al ver a Lisa en el suelo, sangrando.
Kim Jiyoung se quedó inmóvil.
Su mirada se posó en el hombre inconsciente en el suelo.
Y de pronto, rió.
Una risa amarga, sin humor.
Jennie levantó la vista, desesperada.
—¡¿Por qué diablos te ríes?! ¡Lisa está muriendo!
Jiyoung negó con la cabeza, su expresión oscura.
—No es nada... Solo que el pasado siempre vuelve a cazarte.
Jennie quiso preguntar más, pero en ese momento...
Las sirenas de la ambulancia irrumpieron en el ambiente.
Los paramédicos bajaron rápidamente.
—¡Necesitamos moverla ahora! —gritó uno de ellos.
Jennie apretó la mano de Lisa con desesperación.
—Lisa, quédate conmigo. ¡Mírame!
Lisa apenas pudo abrir los ojos.
—No llores, princesa... —murmuró con una sonrisa débil.
Jennie sollozó.
—¡Cállate! ¡No digas nada! ¡Solo aguanta, por favor!
Los paramédicos la subieron a la camilla.
Jennie no dudó un segundo antes de subirse a la ambulancia con ella.
—Señorita, no puede—
—¡No me importa! ¡Voy con ella!
Los padres de Jennie no dijeron nada.
Su madre la miró con tristeza, pero con comprensión.
Su padre se mantuvo en silencio.
Jisoo y Rosé también estaban allí, preocupadas.
—Nos vemos en el hospital. —dijo Jisoo con firmeza.
Jennie asintió rápidamente, sin soltar la mano de Lisa.
Las puertas de la ambulancia se cerraron de golpe.
Lisa abrió los ojos por un momento.
Jennie apretó su mano con fuerza.
—No te atrevas a dejarme, Lisa.
Lisa quiso responder...
Pero todo a su alrededor se volvió negro.
...
Las luces frías del hospital parpadeaban débilmente mientras Lisa era empujada en una camilla a toda prisa, rodeada de médicos y enfermeras que gritaban instrucciones.
—¡Rápido, está perdiendo mucha sangre!
El sonido del monitor cardíaco era irregular, inestable.
Jennie corría junto a la camilla, con la vista nublada por las lágrimas.
—¡Lisa, aguanta! ¡No te atrevas a dejarme, maldita sea!
Pero Lisa no respondió.
Su rostro estaba pálido, sus labios amoratados.
Cuando llegaron a la puerta del quirófano, una enfermera detuvo a Jennie.

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Mr. General | JenLisa
FanfictionJennie, una joven egocéntrica y rica, se ve obligada a compartir su vida con Lisa, la implacable y fría militar y ahora su guardaespaldas asignada por sus padres. A medida que la protección se convierte en un juego peligroso de atracción y deseo, a...