Lisa se mantuvo firme y en silencio mientras las modistas tomaban sus medidas, pasando la cinta por sus hombros y cintura.
—Eres muy delgada para alguien con tanta fuerza —comentó una de las mujeres, asombrada.
Lisa solo asintió, sin darle importancia.
A un lado, sentada con elegancia en un sofá de terciopelo, Hana Kim la observaba con una sonrisa misteriosa.
—Lisa —llamó con suavidad.
Lisa giró el rostro hacia ella.
—Dígame.
Hana cruzó las piernas y entrelazó los dedos sobre su regazo.
—¿Qué sientes por Jennie?
Lisa parpadeó, sorprendida por la pregunta directa.
—¿Perdón?
—Oh, vamos. No te hagas la desentendida. Te lo preguntaré otra vez... ¿quieres a mi hija?
Lisa desvió la mirada, incómoda, mientras la modista terminaba de medir sus brazos.
—Jennie es... complicada.
Hana sonrió, claramente divirtiéndose con su reacción.
—Eso lo sé mejor que nadie. Pero no me respondiste la pregunta.
Lisa suspiró, sintiendo que la conversación se estaba volviendo peligrosa para ella.
—Jennie es... especial.
Hana arqueó una ceja.
—Especial. Qué manera más cobarde de evadir la respuesta.
Lisa frunció el ceño.
—No estoy evadiendo nada.
—Claro que lo estás haciendo. Pero no importa, puedo verlo en tu mirada. La quieres.
Lisa apretó los labios con fuerza y desvió la mirada nuevamente, sintiendo que la modista terminaba con su trabajo.
Hana se puso de pie y caminó lentamente hacia ella.
—No tienes que decirlo en voz alta si no quieres, pero yo lo sé.
Lisa se mantuvo en silencio, su mandíbula tensa.
Hana colocó una mano en su hombro con suavidad.
—Y está bien, Lisa. No tienes que ocultarlo. No me opongo a su relación.
Lisa abrió los ojos, genuinamente sorprendida.
—¿No lo hace?
—No. Te he observado todo este tiempo y veo cómo miras a Jennie... y cómo ella te mira a ti. Además, eres la única persona en quien confiaría para protegerla, tanto en cuerpo como en corazón.
Lisa se quedó sin palabras.
Hana sonrió con ternura.
—Solo prométeme que si te atreves a seguir con esto, no la lastimarás.
Lisa respiró hondo antes de responder, con firmeza:
—Nunca lo haría.
Hana asintió, satisfecha, y se alejó.
—Bien. Entonces, ponte guapa para la fiesta.
Lisa la observó salir del estudio, sintiendo por primera vez en mucho tiempo que alguien la aceptaba sin cuestionarla.
...
El gran día había llegado.
La mansión Kim estaba llena de movimiento, con empleados corriendo de un lado a otro asegurándose de que todo estuviera perfecto para la gran fiesta.

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Mr. General | JenLisa
FanfictionJennie, una joven egocéntrica y rica, se ve obligada a compartir su vida con Lisa, la implacable y fría militar y ahora su guardaespaldas asignada por sus padres. A medida que la protección se convierte en un juego peligroso de atracción y deseo, a...