Juegos de Niños
El fin de semana llegó con una brisa más cálida de lo usual en Forks. El cielo, aunque aún nublado, no anunciaba lluvia, y eso fue suficiente para que Teresa decidiera salir a caminar por el centro. Su brazo vendado ya no dolía tanto, aunque todavía lo llevaba con cuidado. Quería despejar la mente, y quizás comprar un par de libros nuevos o alguna prenda que le hacia falta en su armario.
Caminó entre tiendas, probándose ropa sin mucha emoción, hasta que se detuvo frente a un pequeño local de accesorios. Dentro, brillando como una joya exótica entre humanos comunes, estaba Mia.
—Vaya —dijo Mia con una sonrisa neutra, girándose hacia ella—. Justo la chica que todo lo hace bien.
Teresa no respondió al principio. Simplemente entró a la tienda y comenzó a mirar unas pulseras. Pero sabía que Mia no se iría sin decir más. Y tenía razón.
—¿Cómo lo haces? —preguntó Mia finalmente, fingiendo ligereza—. Es como si ya supieras todo lo que vas a hacer. Como si el mundo girara a tu ritmo.
Teresa alzó la vista lentamente, sin perder la calma.
—¿Es eso una queja o una admiración disfrazada?—Solo curiosidad —respondió Mia, con una chispa en los ojos—. Tal vez... podríamos hacer algo más interesante. Un reto, uno real. Tú y yo. Algo que nos ponga a prueba de verdad.
Teresa soltó una breve risa por la nariz, y con un gesto sutil, dejó una pulsera sobre el mostrador.
—¿Un reto? ¿En serio? —preguntó con un tono suave pero firme—. No tengo tiempo para juegos de niños.Mia entrecerró los ojos.
—No pareces alguien que le huya a un desafío.—No huyo, simplemente no me interesa —respondió Teresa con elegancia—. Ya tuve suficientes batallas reales en mi vida como para perder tiempo con competencias vacías.
Por un segundo, Mia se quedó sin palabras. Sabía que Teresa no era una simple humana... lo sentía en sus gestos, en su energía, en la forma en que hablaba. Pero escuchar algo así, tan directo, la desconcertó.
Teresa se dio la vuelta y caminó hacia la salida con paso tranquilo, pero justo antes de cruzar la puerta, se detuvo.
—Aunque... si algún día quieres hablar en serio —dijo sin mirar atrás—, tal vez sí valga la pena. Pero no vengas con juegos. Trae verdad.
Y se fue, dejando a Mia sola, confundida... e intrigada.
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Más Iguales de lo que Creen
Después de aquel tenso intercambio en la tienda, Teresa caminó por unas calles más antes de decidir que era hora de comer algo. No tenía mucha hambre, pero la idea de sentarse un rato, sola, con un café caliente y algo dulce, le sonaba reconfortante.
Eligió una pequeña cafetería local, con ventanales grandes y música suave. Se sentó en una mesa cerca de la ventana, pidió un pastel de arándanos y un té, y dejó que su mente vagara entre pensamientos: su vida pasada, lo lejos que estaba de México, el extraño mundo sobrenatural que la rodeaba, y... Mia.
—¿Te molesta si me siento? —preguntó de repente una voz conocida.
Teresa levantó la vista. Mia estaba allí, con una bandeja en las manos y una expresión mucho más relajada que antes.
Teresa dudó un segundo, pero luego asintió con la cabeza.
—Adelante.Mia se sentó frente a ella, acomodando su comida.
—Lo de hace rato... no fue una declaración de guerra. Solo me cuesta entenderte —dijo con sinceridad.

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Renacer en otra piel [CREPÚSCULO]
Fantasy-En proceso de reescritura- Cuando Teresa Chávez muere a manos de Fernando, su historia debería haber terminado. Pero en ese mismo instante, en un lugar muy lejano, Bella Swan también fallece, consumida por la depresión tras el abandono de Edward Cu...