Capítulo 19

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Nos instalamos en el hotel sin mucho alboroto. Las habitaciones estaban asignadas en parejas, así que me quedé con Jossy, como no podía ser de otra forma. Al principio, los profesores querían mantenernos lo más alejadas posible de los chicos, pero sabíamos que eso era prácticamente una misión imposible. Conociendo a todos, seguro que hallarían alguna forma de escaparse en plena noche y hacer lo que les viniera en gana. No era mi problema, pero claro, las advertencias de los entrenadores no ayudaban mucho a la moral del grupo.

Después de un almuerzo rápido, todos fuimos directo al instituto donde se iba a jugar el partido. Los chicos del equipo de fútbol se pusieron a entrenar en la cancha, mientras que nosotras, nos fuimos al gimnasio para ensayar. Todo fue un mar de actividades y ensayos hasta que, finalmente, llegó la hora de retirarnos a las habitaciones.

Ahora, aquí estaba yo, sentada en la habitación con Jossy, que ya se estaba cambiando de ropa como si se fuera a una fiesta. De hecho, ella parecía más lista para una cita que para descansar. Me dijo que se iba a escapar para verse con Luke, y me contó con una sonrisa enorme que las cosas con él iban bien, que ya casi podía sentir que en cualquier momento le pediría ser su novia oficialmente. Qué suerte, pensé. Ella siempre sabía cómo llevarse las cosas de manera fácil.

Yo, por mi parte, me estaba distrayendo un poco con el celular. Le envié un mensaje a mis padres, diciéndoles que todo estaba bien y que ya estaba en la habitación. Les conté que los extrañaba mucho y que mañana sería el gran día del partido, así que pronto regresaría a casa. Como siempre, mi papá aprovechó para darme su pequeño sermón sobre no salir de la habitación y no meterme en problemas.

Sentí un leve gruñido en el estómago y miré la hora. Eran las siete de la noche. El toque de queda era a las ocho, así que tenía tiempo suficiente para bajar y buscar algo que me calmara el hambre. Recordé que en el lobby del hotel había una máquina expendedora que, según había visto, tenía cosas bastante decentes, así que me levanté de la cama.

-Voy a bajar por algo de comer -le dije a Jossy mientras me calzaba.

Ella, entretenida con su espejo y el maquillaje que se estaba poniendo para escaparse con Luke, solo asintió sin mucho interés.

Bajé por el pasillo en dirección al ascensor y, justo al girar la esquina, me topé con Ryan.

-¡Hey! -me saludó, acercándose con pasos largos.

Mientras lo veía caminar hacia mí, volví a sentir ese nudo en el estómago. No era por el hambre. Era porque aún no había tenido el valor de decirle lo que ya había decidido. Que esto, lo que teníamos, debía terminar.

Ryan se acercó más, con esa mirada que a veces me confundía, y quiso besarme. Pero mi cuerpo reaccionó antes que mi mente. Giré instintivamente la cara y sus labios apenas rozaron mi mejilla.

Él me miró, claramente confundido.

-Tenemos que hablar -le solté de golpe-. Hay algo que quiero decirte.

Él se quedó en silencio, pero pude ver en sus ojos que sospechaba lo que venía. Aun así, en lugar de responderme, me tomó de la mano.

-Vamos a hablar a otro lado -me dijo, suave, tirando un poco de mí.

Lo seguí sin decir nada, pero al ver hacia dónde se dirigía, algo dentro de mí se tensó.

-¿A tu habitación? -pregunté, bajando un poco la voz-. Si algún profesor o entrenador me ve, me meteré en un lío.

-No te preocupes. Están todos en una cena. No va a pasar nada -respondió sin detenerse.

Suspiré, dudando por un segundo. Pero mis pies lo siguieron. Cuando llegamos frente a la puerta de su habitación, justo cuando él giraba la perilla, escuché otra puerta abrirse unos pasos más allá.

Eres para mí ♡ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora