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Ser la hermana de un asesino no es fácil, claro que no.

La oscuridad que se apodera de él es exactamente la misma que me rodea y me enseña a comportarme como uno se comporta cuando nadie le ve.

Helen llevaba años de experiencia en ello, el creció de una manera pero sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal, lo tenía demasiado claro, tal vez mucho más claro que yo;

El actuaba tras haber repasado un plan meticulosamente.  Yo por el contrario, no me pensaba ni una sola vez qué hacer o qué decir antes de ejecutar la acción.

Helen solía enfadarse mucho conmigo por ello.

—No paras de salir en la tele— dije con una mueca en mi rostro para mi misma, en estos momentos me encontraba sola en casa; Si pasaba los canales... en absolutamente todos salía él de titular.

"Otro homicidio más en la ciudad de Detroit, una vez más , se sospecha que es del asesino en serie que pinta en la escena del crimen con la sangre de sus víctimas, esto posiblemente se trate..." —cambié de canal—

"...supuesto asesino en serie , que usa la sangre de sus víctimas para pintar en las peredes del lugar del homici..." —lo cambié de nuevo—

"...por encontrarlo? -Estamos esforzándonos demasiado, nos basamos en escanear todas las escenas en las que ha esta..." —y otra vez...—

"...de última hora, una familia masacrada por el famoso asesino..." —y otra—

"...en todos los homicidios..." —otra...—

"...las paredes pintadas..."

"...buscándolo , pero creo que..."

"...un asesino en serie que..."

"...pues, creo que será difícil de encontrar"

Me empecé a reír. Y apagué la tele, no tenía tiempo para este tipo de idioteces. Jamás llegarían a meter a Helen en la cárcel.

Lancé el mando sin ganas al viejo sofá negro y soltando un suspiro pesado caminé hasta mi habitación.

Era lamentable ver mi habitación, era la parte más vacía de la casa. Realmente solo tenía una cama y tres caballetes, después por el suelo habían lienzos y botes de pintura, mucha pintura.

Uno en específico se encontraba abierto, no recordaba haberlo usado. Era mi tarro favorito, era pintura cara.

Porque claro, una vida siempre sale cara, se arriesga demasiado por este tipo de pintura, no hay pintura igual en el mundo, ninguna que tenga este mismo color, este olor ni esta misma textura. La sangre es difícil de conseguir, y cuando la conseguimos, hay que aprovecharla, no podemos dejarla secar.
La pintura siempre tiene que estar fresca.

Lo tomé entre mis manos y me quedé mirando el líquido color carmesí. No quedaba mucho, podría jugar un poco con ella o dejarla secar.

Metí mi mano en aquel bote para poder sacar la sangre, mi mano completamente bañada en ella fue presionada contra la pared en cuestión de segundos. No quería manchar el suelo.
Cuidadosamente la retiré y sonreí ampliamente al ver la silueta de mi mano plasmada ahí, a continuación, cerré mi mano haciendo que el dedo índice haga un trazo semicircular en la pared de izquierda a derecha, después hize dos pequeños puntitos del tamaño de una uña en la pared, ¿Resultado? Una carita sonriente.

Me pasé ahí un buen raro, dibujaba todo lo que se me venia a la mente, y cuando me quedaba sin sangre, siempre me quedaban los lápices y el resto de pintura, practicaba siempre para poder dar lo mejor de mi cuando tenía sangre fresca.

Pero ahora no tenía sangre, me quedaba justo para pocos trozos, al no encontrar inspiración del todo? decidí escribir mi nombre, moké en sangre mis dedos de nuevo y empecé a dar trazos cuidadosos para formular mi nombre frente a mi cama.

—Lisa Otis— dije en un susurro antes de sonreír al ver mi nombre.

Fue entonces cuando el sonido de una puerta abriéndose hizo que me distrajera. Dejé el tarro en el suelo y caminé con cuidado de no tocar nada hasta la entrada principal.

—Te traje más— me tendió un bote de mi pintura roja favorita.

—Gracias Helen...— le sonreí ampliamente tomando el tarro, era justo lo que necesitaba. ¿Has traido un cuerpo nuevo? —pregunté mirando a sus espaldas, pero venía solo, no traía a su amigo ni ninguna víctima.

—Esta vez no pude traer a nadie, estaba solo— contestó haciendome a un lado para poder ir a sentarse al viejo comedor.

—Da igual, esto es suficiente— contesté acercándome a darle un abrazo. —Gracias—




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2015: original ✔️
2020: editada ✔️

*nuevo!: Para que la lectura sea mucho más profesional, he decidido ponerle un nombre a la protactinios, y esta pasará a llamarse Lisa, en la historia se irá desarrollando el por qué ese nombre. Espero que les agrade el cambio y disfruten con la nueva redacción mejorada.
Pronto los demás capítulos darán su propia evolución y serán más interesantes y elaborados que antes. Espero que apoyen la novela.

Slaudos! Me alegro mucho de volver!

No se olviden de votar por favor. (﹏╥)

GRACIAS POR LEER

La Hermana de Bloody Painter [E.Jack y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora