Eres para mí ♡ [Completa]

Capítulo 14

El pasillo está lleno de ruido, estudiantes apurados, carpetas abiertas, mochilas que chocan con otras mochilas. Yo camino entre todo ese caos con Jossy a mi lado hablándome de... ¿matemáticas?, ¿historia?, ¿un examen? No lo sé. No la estoy escuchando del todo.

—...y si el profesor incluye las preguntas del capítulo nueve, literalmente me va a dar algo —dice Jossy, medio riéndose, medio desesperada.

Asiento. Por reflejo más que por interés.

Mi mente está en otra parte.

Mi mente está con Nolan.

La última vez que lo ví fue el sábado por la mañana, cuando desperté en su habitación. El domingo no vino a mi casa para la barbacoa con mi familia. Papá me dijo que Nolan le mandó un mensaje en la mañana diciéndole que no iba a poder ir, que tenía que llevar a su abuela a casa de su hermana que aún seguía recuperándose.

No me escribió. No me llamó.

Le mandé un mensaje. Uno simple, uno tonto: "¿Todo bien?"

Pero no respondió.

Y ahora es lunes, el día ya va por la mitad, las clases casi terminan, y él no está por ningún lado.

—¿Me estás escuchando? —pregunta Jossy, chasqueando los dedos delante de mi cara.

—¿Qué? Ah... sí, sí. El examen —respondo, torpe, obligándome a sonreír.

Pero ni ella me cree.

—Estás enojada con Nora por lo de la fiesta?

Eso sí llamó mi atención.

— No, es ella la que ah estado evitandome.

— Creo que deberían hablar, sería lo mejor.

— Eso haré.

Jossy se despide de mi y se va a su próxima clase.

Miro alrededor otra vez, como si Nolan fuera a aparecer mágicamente entre los casilleros. Nada.

Mis pies me llevan hasta Connor apenas lo veo. Está sacando una botella de agua de la máquina expendedora.

—Hey, Connor —digo, un poco más rápido de lo normal—. ¿Has visto a Nolan?

Connor se gira hacia mí.

—Hola Olivia, no, solo me dijo anoche que hoy no vendría. Ni a clases ni al entrenamiento.

Siento un pequeño pinchazo en el estómago. O el pecho. No sé.

Le escribió a el y no a mi?

—¿Dijo por qué?

Connor se encoge de hombros mientras abre su botella.

—No dio detalles.

Asiento en silencio.

Caminé hasta mi casillero con paso lento. Solo quería dejar esos libros pesados que ya no iba a usar más hoy.

Cuando abrí el casillero, noté un grupo de chicas a mi izquierda. Riendo. Hablando. Voces agudas que subían y bajaban. Entre ellas, por supuesto, estaba Grace. Perfecta, ruidosa, encantadora para algunos. Decidí ignorarlas. No tenía ganas de escuchar tonterías, así que me concentré en guardar los libros y acomodarlos.

Pero entonces...

—¡Y les juro que Nolan ayer en la fiesta dijo que yo le gustaba! —exclamó Grace, en un tono demasiado alto como para que fuera casualidad.

Mi mano se detuvo en seco, a medio camino entre el estante del casillero y mi mochila. No voltee a verla, pero todos mis sentidos estaban enfocados en sus palabras.