Pasaron dos segundos.
Luego tres.
Los segundos más largos de toda mi existencia.
De repente, Nolan cerró los ojos.
¿¡Qué!?
¿Se durmió?
¿Se desmayó?
¡¿ME DESMAYÉ YO Y ESTOY TENIENDO UNA ALUCINACIÓN!?
Me aparté lentamente, como si sus labios fueran una alarma de incendios y cualquier movimiento brusco fuera a activarla. Me deslicé hasta recostarme al lado de él en la cama, con el corazón en la garganta.
Entré en pánico. Literalmente.
—Dios mío, ¿qué acaba de pasar? —murmuré para mí misma, con la voz más baja del universo.
No. No. No. Esto no tenía que pasar.
Tranquila, Olivia. Respira.
Esto fue un accidente, solo eso. Un accidente. ACCIDENTE.
Esto no cuenta como infidelidad. No estás engañando a Ryan. Eres una buena chica. Las buenas chicas no se tiran encima de chicos medio inconscientes y terminan besándolos... sin querer.
Cubrí mi cara con las manos y solté un gemido desesperado.
Voy a cambiar de país. Me iré al Polo Norte. Adoptaré pingüinos. Jamás volveré a ver a Nolan. Fin de la historia.
Miré de reojo. Él seguía ahí, con los ojos cerrados, como si nada hubiera pasado.
—Ojalá mañana no te acuerdes de nada, Nolan... qué vergüenza.
Me llevé una mano al rostro, pero sin querer dejé la otra sobre su pecho.
Y sentí su corazón. Latiendo como si acabara de correr una maratón. O como si lo hubieran revivido con un rayo.
Me congelé.
—¿Qué...? —susurré, mirando su cara.
¿Taquicardia?
¿Infarto?
¿¡Maldita sea, Nolan, por qué tuviste que beber tanto!? pensé, queriendo sacudirlo y también esconderme bajo la cama al mismo tiempo.
Me acerqué un poco más, con ese instinto mitad enfermera improvisada, mitad chica que no sabe qué hace pero igual lo hace.
Acerqué mi oído a su pecho, como si de verdad supiera qué se supone que debía oír.
¿Tenía un ritmo normal? ¿O eso era tambor tribal?Dios.
Si se muere aquí, ¿cómo explico esto?
—¿Estás bien? —murmuré, aún en pánico.
Él no respondió.
Solo respiraba hondo. Pero su corazón... ese maldito corazón iba como tambor desafinado.
Y ahí me quedé.
Acostada al lado de Nolan, rogando que no muriera, que no se acordara del beso, y que mi cerebro por favor dejara de repetir una y otra vez: "¿Qué se sentirá besarlo cuando esté despierto?"
Decidí quedarme un ratito más. Solo un ratito. Hasta ver que Nolan estuviera bien... que su corazón no explotara ni algo así.
Solo cerraría los ojos un segundo. Solo uno. Respirar. Calmarme. Procesar.
***
Me removí en la cama sintiendo algo firme bajo mis brazos.
Algo duro. Fuerte. Y... ¿cálido?

ESTÁS LEYENDO
Eres para mí ♡ [Completa]
Teen FictionOlivia Hall siempre ha soñado con un amor como el de sus padres: intenso, verdadero y capaz de superar cualquier obstáculo. Por eso, cuando Ryan, el chico más popular del instituto, empieza a demostrar interés en ella, Olivia cree que por fin ha enc...