Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
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—Bueno, Dudley, al parecer ese chico tiene novio.
Dudley quería matarse, había estado detrás de un chico que estaba de novio con otra persona. ¡Y jamás se le pasó por la cabeza preguntarle!
—Tal vez solo son amigos...
—Puede ser, recuerdo que Ron y yo nos tratabamos así luego del beso.
—¿El beso de tres que te diste con Hermione y Ron?
—Sup.
—Oh, si, lo recuerdo.
—Tal vez aún tengas una oportunidad y ellos solo sean amigos, deberias pedirle una cita. El chico es lindo.
—Gracias por los ánimos, Harry.
—De nada, Dud.
Habían vuelto de visita a la mansión Riddle-Potter, se habían llevado la gran sorpresa de que su madre era hermana de una amiga de James, si lo pensaban se mareaban. Eran muchos hilos conectores y eso les hacían varios enredos.
Harry había leído los tres libros que James le había dado, se encontró a sí mismo emocionado por la idea de poder hacer magia. Aunque, bueno, era el heredero del mando al mundo mágico; tenía que aprender cosas.
Práctico con su papá durante unas buenas horas, había aprendido a hacer unos pocos hechizos: Expelliarmus, Protego, Obvivliate, Incendio, Aguamenti, y otros más. Y eso le emocionaba de cierta manera, ahora podría hacer bromas con magia.
—Bueno, Dudley, iré a darme una vuelta por la mansión, aprovecha y habla con Nevulli.
—Neville.
—Como sea el nombre, habla con el y pídele una cita. Me voy, bye.
Tenía ganas de perderse en sus pensamientos por unos instantes, no era sobre lo emocionado que estaba porque ahora tenía una varita y podía hacer magia, sino que tenía un enredo en su corazoncito.
Y los enredos del corazón son los peores.
En la cita que tuvo con el rubio se sintió ¿Cómodo? ¿Bien? No sabía cómo describir ese pequeño calorcito en su pecho. Estaba seguro de que si no hubieran comenzado con el pie izquierdo tal vez podrían haber sido amigos desde un principio y llevarse bien entre ellos.
—Tal vez...
Murmuró para si mismo, antes de chocar contra alguien, un chico moreno, ojos marrones y mirada desafiante, estaba parado frente a el; Blaise Zabini, el novio de su amigo Ron..
—Lo lamento, Riddle, fue un accidente.
—Oh, no te preocupes, yo debería disculparme, no venia prestando atención.
—Esta bien, a todo esto, ¿Qué haces vagando por los pasillos como alma en pena?
—Realmente, pensar, nada muy productivo que digamos... ¿Qué tal te va con Ron?