Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
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—¿TENER UNA CITA CON ESE?
Su grito fue escuchado por toda la mansión, faltaban unos pocos días para que el azabache y Dudley volvieran a su hogar luego de casi una semana de estar en la mansión. Dudley estaba en su versión sad ya que no había visto a aquel chico de ojos bonitos desde aquella vez en los invernaderos.
—Si Harry, es para que ambos incrementen su relación y puedan llevarse mucho mejor. ¿Estás de acuerdo conmigo, James?
—Por supuesto que si, sería muy bueno que ambos se llevarán bien y evitar disputas innecesarias de niños de cinco años.
—No creo poder llevarme bien con el, es una persona quisquillosa e insoportable. Nadie se llevaría bien con el jamás.
—Harry, mi hijo es un enigma que debes resolver para entenderlo, por eso con tu padre quisimos organizar está pequeña cita entre ustedes para que se lleven mejor.
—Remus, eres muy amable, pero tú hijo es un asco de persona.
—Harry, por favor no hables así de mi hijo cuando el no está.
—Bien, como sea, no tendré esta tonta cita con ese.
—Si, Harry, la tendrás, me la debes por explotarme el laboratorio.
—....
El silencio por parte del azabache fue su justificación, la cita ya estaba organizada e iba a ser llevada a cabo. Aunque ambos adolescentes no quisieran ni verse en pintura, debían hacerlo por unas cuentas que les debían a sus padres.
Aunque lo de Harry fue más pendejez que otra cosa.
—Bien, saldré con el en esta cita estúpida, pero, será la única vez que lo haga. Solo está vez ¿Ok?
—¡Gracias Harry! A las tres vendrá Draco a recogerte ¡Espero que la pasen bien!
Y yo espero que el tiempo pase rápido y que para cuando me dé cuenta la cita ya haya acabado.
🌙☄️☀️
—Te traje flores.
El rubio le extendió un ramo de orquídeas, Harry las miró, analizandolas, no parecían compradas: tenían algo de tierra en dónde antes estaban las raíces. Así que suponía que habían sido sacadas de un invernadero.
—Gracias.
Dijo simplemente, llendo a buscar un jarrón para meter las bonitas flores. Claro que el de ojitos verdes no iba a admitir que le encantaban las orquídeas. Claro que no, primero muerto.
—¿Nos vamos?
—Si, como sea.
Draco decidió utilizar el red flú, iba a ser mejor para evitar náuseas que el traslador le provocaba.
