Capítulo 13 - "Cachorro"

7K 743 82
                                        

Harry ya llevaba unos días en casa de Sirius, aprovechando las vacaciones para distraerse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Harry ya llevaba unos días en casa de Sirius, aprovechando las vacaciones para distraerse... o al menos intentarlo.

Aún tenía clavada la sensación de vacío. De ausencia. De esa marca que casi había desaparecido.

Esa mañana, bajó descalzo a la cocina, despeinado, ojeroso... y de mal humor. Su nariz captó un aroma familiar, uno que no esperaba.

Un Beta.

Gruñó instintivamente, con los colmillos apenas asomando, estaba listo para pelear si era necesario.

Y entonces, desde el pasillo, salió Snape.

Con la camisa abierta.
El cabello aún mojado.
Y sonriendo. ¡Sonriendo!

-¿QUÉ-?
-Harry gruñó más fuerte, y su magia chispeó en el aire.

Sirius apareció tras él, sin camisa, con una taza de café en la mano.
-¿Buenos días, cachorro?-

Harry se volvió bruscamente, con los ojos brillando por pura rabia.
-¿Snape? ¿Aquí? ¿En tu cama? ¡¿EN MI CASA?!-

-Técnicamente es mi casa-respondió Sirius, dándole un sorbo tranquilo a su café-Y Snape no mordió a nadie, aún-

Harry lo miró como si le hubiera dicho que se había casado con Voldemort.
-¿¡Te lo estás tirando!? ¿¡A ÉL!?-

Snape alzó una ceja con esa arrogancia típica.
-¿Tienes algún problema, Potter?-

-¡Claro que tengo un problema! ¡Eres mi padrino! ¡Y él... él es...!-

-Un hombre encantador cuando se le conoce-interrumpió Sirius, divertido.

Harry gruñó de nuevo, pero esta vez fue Sirius quien gruñó también.

Un gruñido bajo, dominante.

Harry sintió que algo se rompía dentro.

Su lobo interior se sentía traicionado. Su figura paterna. Su casa. Su seguridad.

-Cachorro...-dijo Sirius, suavizando la voz al ver los ojos húmedos de Harry.

-No me llames así...-murmuró Harry, bajando la mirada.

Snape ya había desaparecido del pasillo, dándoles privacidad.

Sirius se acercó y le revolvió el pelo como solía hacer antes.

-No estás perdiendo a nadie. Solo... estoy compartiéndome un poco. ¿Eso está tan mal?-

Harry apretó los puños.

-¿Y tú qué haces durmiendo con un Beta...?-murmuró casi como si se le atragantara la palabra.

Sirius rió.
-Créeme, cachorro... hay cosas que los Betas saben hacer mejor que cualquier Omega-

Harry soltó un sonido de horror y se tapó los oídos.

-¡ARGH! ¡Demasiada información!-

Pero en el fondo, una parte de él ya estaba aceptando que tal vez, sólo tal vez,no todos los vínculos se rompían cuando otros comenzaban.

--

Harry pasó el resto de la mañana encerrado en su habitación. No por castigo, sino porque no sabía cómo mirar a su padrino a los ojos sin pensar en cosas que definitivamente no quería imaginar.

Sirius y Snape.
Era como ver a un león abrazando a una serpiente.

No tenía sentido.

No cuadraba.

No era justo.

Golpearon la puerta suavemente.

-¿Cachorro?-

Harry gruñó.

-¡No soy tu cachorro!-

-Claro que lo eres -Sirius entró igual, como si nada-Y sigues haciendo pucheros-

Harry se volteó, sentado en la cama con los brazos cruzados.

-¿Cómo pudiste...?-

-¿Qué? ¿Tener buen gusto?-Sirius se encogió de hombros-Snape y yo nos odiábamos, sí, pero también había tensión, h ya sabes lo que dicen: la línea entre el odio y el deseo...-

-¡UGH! ¡Sirius!-

Sirius rió de buena gana y se sentó junto a él.

-¿Y qué pasa contigo, eh? ¿Creías que serías el único con un drama hormonal de pareja no resuelta?-

Harry bajó la mirada.

Sus dedos apretaban una esquina de la sábana.

-No es lo mismo-

Sirius lo observó con más calma.

-¿Malfoy?-

Harry asintió apenas. Sirius suspiró.

-¿Te rechazó?-

-No... sí, más o menos, me pidió distancia hasta que la marca desaparezca. Y ahora que casi no se nota... ya no me habla-

-¿Y tú tampoco a él?-

Harry guardó silencio. Sirius asintió con cara de "Ajá, lo sabía".

-Están jugando al orgullo-dijo Sirius-Pero no se dan cuenta de que los dos están perdiendo.

Harry tragó saliva.

-¿Y qué hago? ¿Lo busco?-

-Haz lo que haría un Alfa con coraje-dijo Sirius, poniéndose de pie-Y no uno que hace berrinche en su habitación mientras su padrino disfruta con su Beta favorito-

-¡Sirius, por Merlín!-

Justo en ese momento, Snape asomó la cabeza por la puerta.

-¿Está llorando otra vez?-

-¡NO ESTOY LLORANDO!-

Sirius sonrió como un niño travieso.

-Ven, amor, no lo molestes, está pasando por su primer corazón roto-

Harry se tapó la cabeza con la almohada, gritando en la tela.

Snape simplemente arqueó una ceja.

-Patético-

Y se fue como si fuera el dueño de la casa.

Harry, aún bajo la almohada, gruñó con fuerza.

-¡Voy a vomitar!-

Sirius se carcajeó mientras cerraba la puerta.

-Avísame si necesitas consejos de pareja, cachorro-

-¡NO LOS NECESITO!-

Serian una largas vacaciones.

𝓗𝓪𝓻𝓬𝓸-𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora