Capítulo 8 - Vínculo

7.4K 929 51
                                        

Draco estaba postrado en la enfermería

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Draco estaba postrado en la enfermería.

Llevaba dos días allí, sin moverse demasiado, sin hablar mucho. Hoy, sin embargo, su cuerpo simple

mente colapsó.

El estro frustrado, la marca en su muslo ardiendo como fuego, y esa ausencia insoportable, esa falta de su Alfa.

De su maldito Alfa.

Aún no había encontrado al estúpido Potter.

Ni pensaba preguntar por él.

Ni a la comadreja ni a la sangre sucia.

No les daría el gusto. No caería tan bajo.

Pero su cuerpo lo estaba traicionando.

El muslo donde lo habían marcado dolía. Ardía.

El calor lo recorría entero, con fiebres repentinas.

Y lo peor... lo había estado llamando. Todo el día.

A través del vínculo.

"Alfa... dónde estás... ven, maldita sea..."

Pero nada.

Solo vacío.

-¿Dray?-La voz de Pansy sonó suave, pero preocupada-¿Quieres que traiga a Pomfrey?-

-No, No me toques-masculló Draco, girando el rostro.

Blaise le ofreció una toalla húmeda para la frente, pero el rubio la tiró con un chasquido de lengua.

-¡No necesito que me estén cuidando como si fuera una flor estúpida!-

Blaise y Pansy se miraron con resignación.

Estaba insoportable.

Más dominante de lo normal, como si el Omega en él hubiese despertado con garras y colmillos.

-Draco-suspiró Blaise-si no nos dices qué pasa, no vamos a poder ayudarte-

-¡No necesito ayuda!-

Pansy se sentó junto a su cama, cruzando las piernas.
-Mira, si al menos supiéramos quién fue el Alfa que te marcó...

-No fue nadie-
Demasiado rápido.

Demasiado defensivo.

-Dray-insistió Pansy, mirándolo fijamente-Te conocemos, llevas dos días delirando, llamando a alguien en sueños. Tu muslo está hinchado ¿Quién fue?

Draco apretó los dientes, su mirada ardía, furiosa, pero también había algo, roto.

-Es un Alfa malhumorado-susurró finalmente, como si decirlo lo humillara-Arrogante, no responde cuando lo llamo, y aún así, aún así, mi cuerpo lo quiere-

Se giró, escondiendo el rostro entre las sábanas.

La voz salió apagada, casi dolida.

-Quiero que venga a lamerme la marca.

𝓗𝓪𝓻𝓬𝓸-𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora