Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus

29. Vietnam III

Capítulo 29

Vietnam III

—Fiesta, salsa, quinceañera, baila siente el ritmo ponte a sonreír.—nada tan icónico como esta canción de Raini Rodríguez.

—Que te bebas el agua.—Dani me lanza la botella que me acababa de dejar en la mesilla de noche.

Es un gran día para estar compartiendo habitación de hotel. No los dos solos, porque Kruffy y Jopa también duermen con nosotros, pero ellos siguen aún de fiesta con el resto.

¿Por qué nos hemos venido nosotros antes?

Ah sí, porque Juan estaba vomitando en el cuarto de baño. Hemos hecho una competición de chupitos con unas inglesas y no voy a decir quien, pero he ganado.

Vaya, pues lo he dicho.

—No tengo sed.—en un pase sorprendentemente perfecto, le vuelvo a lanzar la botella.

—Si no te estas quieta, voy a tener que placarte. —sexy.—Tienes que beberte el agua. Mañana si no vas a tener una resaca horrible.

Nah. Quiero seguir con esta felicidad falsa un rato más. No recordaba lo divertido que es estar borracha.

En pocas palabras, que no le hago ni puto caso.

—I work all day but i feel so calma.—a veces siento que mi mente se ha vuelto Tik Tok. No puedo parar de pensar en canciones de quince segundos una detrás de otra.

Igual es porque soy súper inteligente. Definitivamente, es por eso.

—Ahora sí que vas a estar calma, voy a por ti.—Dani se ha levantado de la colcha blanca, y viene corriendo en mi dirección.

Mi cerebro entra automáticamente en modo huida. Pero la habitación mide tres metros cuadrados, para el momento en el que he saltado de la otra cama, el chico ha dado dos zancadas y se ha puesto delante de mí.

Su pecho me frena, la nariz me roza los pectorales más definidos que jamás he tocado. Dios mío, bendito sea el entrenamiento de la velada.

No sé si voy a conocer a Ibai, pero si lo hago tengo que darle las gracias.

—Jo, casi lo consigo.—su risa melodiosa hace que sonría yo también.

Obligada por su abrazo, me siento en la cama de nuevo. Me pasa el agua con el tapón desenroscado.

Que beba, me está queriendo decir. Ya os digo que soy una genia.

—Si vas a seguir mirándome los abdominales tienes que beberte el agua.

—No.—así es como se negocia amigas.

—Pues me pongo la camiseta.

—Me bebo el agua, no te preocupes.—hay algo bastante cómico en la confianza que tenemos para tirarnos la caña. Ni siquiera me he sonrojado esta vez, ha sido tan natural que no me ha dado vergüenza.

O igual es el alcohol. Quién sabe.

—No tenías que haber bebido tanto.—no puedo responderle. Del agua, me han subido unas arcadas bastante desagradables. Sé que se me va a pasar pronto, pero prefiero mantener la boca cerrada de mientras.—Sabía yo que dejarte sola con Juan era una mala idea.

—No iba a dejar que me ganara el puto Juan a beber chupitos. Es como si me hubiera retado Borja. Le tenía que dejar en ridículo.—sonrío con orgullo.

—No esperaba menos de ti.—ahora que he acabado con la botella, se recuesta hacia atrás, flexionado todos y cada uno de los músculos de su cuerpo.

—Lo haces aposta.—no es una pregunta, tengo muy claro que lo hace porque sabe el efecto que consigue en mí.—Pero yo también se jugar a eso.—levanta una ceja, como esperando lo que voy a hacer.