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Katherine Mora amaba escribir sobre el amor y aprovechaba su talento cobrando por cartas y poemas en su escuela. Todo iba bien hasta que Addison le pidió ayuda para conquistar a Owen Cooper, su mejor amigo. Katherine aceptó, incluso ofrec...
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Todos nos acomodamos en los sillones, rodeados de palomitas y todo tipo de botanas, listos para la película.
—¿Qué vamos a ver? —pregunté mientras encendía la pantalla.
—¡Son como niños! —gritó Miguel entusiasmado.
—No, esa ya la vimos mil veces —refunfuñó Dior.
—¿Y Los calientabancas? —sugirió Mason.
—La vimos la semana pasada en casa de Malachi —intervino Owen, negando con la cabeza.
—¿Algo de romance? —propuso Malia con ilusión.
Los chicos hicieron una mueca de asco casi sincronizada.
—¡Hay que ver 10 cosas que odio de ti! —dije emocionada.
—Mejor nada —soltó Alex con una expresión de fastidio.
Le lancé una mirada fulminante.
—Pues di una opción mejor.
—Una de miedo —sugirió Miguel, con una sonrisa maliciosa.
Nos miramos entre nosotros. Tal vez la noche se volvería más interesante de lo planeado.
—Va, pero que sea una buena —dije, abrazando un cojín.
—El Conjuro —propuso Mason con una sonrisa retorcida.
—Ya la vimos —bufó Isabella.
—La Noche del Demonio —añadió Dior.
—Esa sí da miedo —comentó Malia, abrazándose a sí misma.
—Yo digo que mejor veamos Hereditary —sugirió Owen, mirándome de reojo con una sonrisa divertida.
Lo fulminé con la mirada.
—Ni loca veo esa película —solté rápidamente.
—Ni yo —añadió Owen, encogiéndose de hombros.
—¿Qué? —preguntó Mason, mirándolo sorprendido— No me digas que te dan miedo.
¿No le gustaban las películas de terror?
Aunque ahora que lo pienso,ya sabíamos.
Hace un tiempo habíamos propuesto ver la película de It, pero Owen se negó rotundamente. Dijo que no, que le daba miedo.
—No es miedo —se defendió en su momento, cruzándose de brazos—, simplemente no le veo el punto a pagar para sufrir. Quiero disfrutar una película, no estar esperando el próximo susto.
Aproveché el momento para sacar mi libreta y escribir rápidamente:
Tips/Consejos para enamorarlo:
1. No le gustan las películas de terror. Prefiere películas que lo hagan reír o lo mantengan entretenido, en lugar de estar en tensión todo el tiempo. Odia los jumpscares y dice que no entiende a la gente que disfruta asustarse a propósito.
Addison tenía que saberlo si quería conquistarlo. Un detalle pequeño, pero útil.
—Pues qué aburridos —bufó Miguel— Pero bueno, entonces hay que poner algo que todos podamos ver.
—10 cosas que odio de ti —insistí, mirándolos con ojitos de súplica.
—Está bien, está bien —aceptó Mason—. Pero después ponemos una de acción.
La película comenzó y, como era de esperarse, todos hicieron sus típicos comentarios al inicio.
—Esta escena es icónica —dijo Malia literalmente en cuanto empezo
—Si Heath Ledger estuviera vivo, me casaría con él —suspiró Isabella.
—Ni que fueras Julia Stiles —se burló Alex, tirándole una almohada.
Yo solo rodé los ojos y me acomodé mejor en el sillón. De reojo, noté que Owen se estiró para agarrar más palomitas y sonreí para mis adentros.
Sonreí de lado y volví a concentrarme en la película. A pesar de que la había visto mil veces, siempre me atrapaba. Mientras tanto, en mi mente, ya estaba armando el siguiente consejo.
La película siguió su curso y, como era de esperarse, todos reaccionaron de la misma forma en las escenas clave.
Cuando Patrick cantó Can’t Take My Eyes Off You, Isabella y Malia suspiraron, mientras que Miguel y Alex fingieron arcadas.
—Ridículo, en la vida real eso no funciona —dijo Mason, sacudiendo la cabeza.
—Claro que sí —repliqué—Si alguien te canta así en público, te enamoras al instante.
—Si no hace el ridículo, ni vale la pena —agregó Malia, apoyándome.
Aproveché la distracción para escribir otro consejo en mi libreta:
—Oye, Owen, ¿tú harías algo así por amor? —preguntó Isabella, con una sonrisa burlona.
Owen resopló. —Depende. Si sé que le gustaría, tal vez. Pero no voy a hacer el oso nada más porque sí.
Lo miré con interés. ¿Eso significaba que sí era capaz de hacerlo si realmente le gustaba alguien? Interesante.
—A nadie le importa.—Le dijo Malachi.
—Shhh, ya va a salir la escena del poema —susurró Malia, golpeando levemente mi brazo.
Todos se quedaron en silencio mientras Kat recitaba 10 cosas que odio de ti. A pesar de todo, esa escena siempre me hacía sentir un nudo en la garganta. Miré de reojo a Owen y lo vi distraído, con la vista fija en la pantalla, pero con una expresión difícil de leer.
—Okey,ya vimos una película que les gusta a ustedes,ahora toca una para nosotros.—Los chicos hicieron buya.
—¿Cuál será?—
Entre todos se miraron.
—¡Transformers!—Dijeron todos a la par.
—¿Otra vez? —protesté, cruzándome de brazos—Ya la hemos visto como cinco veces.
—Y la veríamos otras cinco —dijo Miguel con una sonrisa—Es un clásico.
—A ver, Katherine, no puedes quejarte. Vimos 10 cosas que odio de ti por ustedes —intervino Owen—Ahora toca algo con acción, explosiones y robots gigantes.
Suspiré resignada mientras ellos ponían la película. Malia e Isabella también se veían poco emocionadas, pero no dijeron nada.
Saque nuevamente mi libreta para buscar si ponía agregar otro tip,pero la verdad que no supe qué poner.
A mi lado, Owen se acomodó en el sillón y me miró de reojo.
—¿Sigues con la carta? —preguntó en voz baja.
—Algo así —respondí, cerrando la libreta rápidamente—. Solo tomo notas.
—¿Notas de qué? —frunció el ceño con curiosidad.
—Cosas sin importancia. —Sonreí inocentemente y me giré hacia la pantalla, dándole fin a la conversación.
La película comenzó y, como era de esperarse, los chicos estaban completamente metidos en la acción. Cada explosión, cada pelea entre Autobots y Decepticons los hacía reaccionar con emoción.
—¡Esa escena es una joya! —exclamó Mason cuando Optimus Prime hizo su entrada épica.
—Por esto el cine existe —agregó Miguel con dramatismo.
Malia, Isabella y yo nos limitamos a compartir una mirada divertida. Al menos la comida compensaba un poco el sacrificio de ver Transformers otra vez.
