La Voz en las Sombras

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Tienes mi atención, querida Jerez —susurró una voz profunda. Jerez sintió que su piel se erizaba con la sensación que le provocaba.

Una oleada de frío recorrió su cuerpo, y por un momento, la paz que había sentido en el encuentro con Goku desapareció. Algo en su interior se removió con una fuerza inesperada, como si la presencia que ahora la rodeaba tuviera la capacidad de desestabilizar su ser. Pero, ¿por qué? ¿Acaso no había obtenido lo que quería? Goku estaba completamente a su alcance, su poder aumentaba cada vez más, y el lazo que había formado con él la hacía invencible.

Entonces, la risa. Una risa inconfundible, como la de una niña traviesa, se deslizó en sus pensamientos.

Jerez entrecerró los ojos y observó el vacío que se había formado frente a ella. No era un vacío común, sino uno cargado con una presencia peculiar, casi como si el aire estuviera vibrando, moviéndose hacia algo más... algo extraño. Como si el mundo entero le estuviera mostrando que algo no estaba bien.

—¿Quién...? —Jerez no terminó la pregunta antes de que una forma comenzará a materializarse ante ella.

Un destello de luz parpadeó y la figura apareció. Era alta y delgada, una figura demoniaca parecida a un supremo Kaiosama. Llevaba una capa roja con el cabello blanco cual angel, su piel de un tono rosa palido, y unos ojos lilas que brillaban con una intensidad caótica.

—¿Te ha servido el pequeño jueguito de control mental, querida Jerez? —La voz de la Dra. Arinsu se deslizó a través del aire con una suavidad perturbadora, mientras se acercaba a la mujer, su figura flotando como si no tocara el suelo.

Jerez, completamente sorprendida por la aparición de esta figura tan... inesperada, se mantuvo alerta. Nunca había tenido trato con alguien como ella. Arinsu parecía no tener miedo alguno, como si fuera consciente de su poder, pero al mismo tiempo no mostraba respeto alguno por Jerez o por lo que ella había logrado.

—¿Quién eres tú? —preguntó Jerez, manteniendo su tono de autoridad, aunque sabía que había algo en la Dra. Arinsu que no podía simplemente ignorar. Su presencia era demasiado poderosa, y su locura era palpable en el aire.

Arinsu sonrió, una sonrisa extraña que nunca alcanzaba sus ojos, como si en su mente hubiera algo que Jerez no comprendía.

—Soy alguien que te entiende mejor que nadie, Jerez. Y lo que has hecho con Goku... Bueno, no es más que una pequeña muestra de lo que podríamos hacer juntos, ¿no lo crees?

Jerez frunció el ceño. La Dra. Arinsu parecía hablar con una confianza que desbordaba cualquier límite, pero también había algo en sus palabras que despertaba una curiosidad inquietante. Jerez nunca había considerado que podía necesitar a alguien más en su camino hacia el poder, pero algo en las palabras de la Dra. Arinsu le indicaba que esta mujer podría ser útil... tal vez más de lo que pensaba.

—No necesito ayuda —respondió, aunque la duda comenzaba a colarse en su tono.

Arinsu hizo una mueca divertida, como si disfrutara de la ignorancia de Jerez, y se acercó aún más, hasta quedar a un par de metros de ella.

—¿De verdad no? No te equivoques, querida Jerez. Sabes tan bien como yo que lo que has hecho con Goku no es más que una ilusión de poder. ¿De qué sirve tenerlo bajo tu control si su mente sigue siendo un lugar lleno de... otros pensamientos? ¿Milk, por ejemplo?

El nombre resonó en la mente de Jerez, y su ira comenzó a burbujear nuevamente. Era cierto que la poción había alterado a Goku, que lo había atado a ella de una manera indescriptible, pero la imagen de su esposa, Milk, seguía apareciendo en su mente cada vez que él se dejaba llevar por un sueño profundo. Eso... eso no lo podía permitir.

—¿Qué quieres? —Jerez preguntó, su voz más fría ahora, mientras una ráfaga de viento soplaba a su alrededor.

La Dra. Arinsu se rió, una risa casi infantil que resultó completamente aterradora.

—Lo que quiero... Oh, querida, lo que quiero no es tan simple. Lo que quiero es hacer de ti algo más que una simple diosa destructora. Quiero llevarte más allá de lo que has soñado. Quiero mostrarte las posibilidades infinitas de la mente, las capas del poder que aún no conoces.

Jerez no pudo evitar sentir que algo dentro de ella se agitaba. Lo que Arinsu proponía no era simplemente una amenaza, sino una oportunidad. Podría tomar el poder que ya poseía y llevarlo mucho más allá, a algo que ni siquiera había imaginado.

Pero, ¿por qué ella? ¿Por qué esta mujer extraña con su locura tan palpable?

Arinsu parece leer sus pensamientos, como si fuera capaz de ver lo que hay en su interior.

—Lo sé, Jerez. Lo sé todo. Tú siempre has estado sola, luchando por lo que crees que es tu derecho. Pero, ¿qué harías si te dijera que existe algo más allá de esa lucha? Algo mucho más grande que las pequeñas batallas que libras.

Jerez sentía la tentación de escuchar más, de saber qué más tenía Arinsu para ofrecer. Pero, en el fondo, algo en su ser le decía que no debía confiar en ella. Esta mujer no era confiable, y su locura podría llevarla por caminos oscuros que ni siquiera la propia Jerez podría controlar.

Sin embargo, una parte de ella, una parte más oscura y desesperada, deseaba probar lo que Arinsu le ofrecía. Quizás con su ayuda, podría ser aún más poderosa. Podría aplastar cualquier duda que tuviera sobre su dominio, y asegurarse de que Goku fuera solo suyo, completamente suyo.

Arinsu, al ver la indecisión en su rostro, sonrió de nuevo, esta vez con una malicia que fue imposible de ocultar.

—Ven, Jerez. No tomes decisiones con miedo. Deja que la verdad te envuelva. Yo puedo hacerte más poderosa de lo que jamás imaginaste. Lo único que tienes que hacer es confiar en mí.

Jerez miró a la Dra. Arinsu, su mente conflictuada, pero al final, la tentación de ser aún más fuerte, de asegurar su dominio, la empujó a dar un paso hacia adelante.

—¿Qué debo hacer? —preguntó, ya sin reserva.

La Dra. Arinsu sonrió como una niña traviesa, como si lo estuviera esperando.

—Muy bien. Eso es lo que quiero oír.

Y en ese momento, Jerez supo que, aunque había dado el paso hacia un camino oscuro, este sería solo el comienzo de algo mucho mayor. Algo que ni siquiera ella podría controlar.

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⏰ Última actualización: Apr 07 ⏰

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Esclavo de una diosa: Goku x Jerez (Yandere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora