III.¡Aceituna!

3.6K 355 121
                                        





¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Como era de esperarse, todos llegaron a la casa. Cuando digo todos, me refiero a Malachi, Dior, Malia, Alex, Isabella, Owen, y claro, mi hermano y yo.

Era costumbre que, cada fin de semana, uno de nosotros invitara a los demás a su casa para ver una película. Primero, tratábamos de hacer la tarea, por si surgían dudas, así podríamos ayudarnos, y después de eso, la película.

—¿Qué tienen de tarea? —preguntó Isabella.

—Lo mismo que tú —respondió Malachi.

—No es cierto, no tenemos las mismas clases —Isabella lo miró con burla.

—Ah, sí... Bueno, los de mi clase tenemos que escribir una carta de amor —dijo Malachi, dramatizando la palabra "amor" con una exagerada expresión de disgusto.

—Ay, qué bonito —comentó Malia con una sonrisa burlona.

—Ajá… Yo solo siento pena por Katherine, porque ella va a hacer mi tarea —intervino Mason con toda la confianza del mundo.

—Ay, sí no —lo miré con los ojos entrecerrados—. Ni siquiera entraste a la clase.

—Me quedé platicando con la señora de la cafetería. Me contó por qué cambiaron a la maestra de física —respondió, encogiéndose de hombros.

—Ah, mira qué interesante… —dije con sarcasmo.

Owen, que había estado en silencio, me llamó la atención.

—Oye, Katherine.

—¿Qué pasó? —lo miré.

—¿Podrías ayudarme con la carta? —me sonrió con esa mirada de cachorro que usaba cuando quería algo.

—Ni que fuera tan difícil escribir una carta de amor —rodé los ojos.

—Por favor… Te pago el doble —insistió, inclinándose un poco hacia mí.

Lo observé con sospecha.

—¿Doble de qué? Porque nunca me has pagado nada.

Owen rió, divertido.

—Bueno, entonces empezamos de cero, pero con tarifa doble.

Los demás nos miraban con interés, especialmente Isabella y Dior, que ya estaban susurrando entre ellas.

—No sé… —hice una pausa, haciéndome la difícil—. ¿Qué tan desesperado estás?

—Mucho —admitió sin vergüenza— Si no entrego algo decente, el maestro va a pensar que ni puse esfuerzo.

Me crucé de brazos, fingiendo pensarlo.—Está bien… Pero con una condición.

—¿Cuál?

—Necesito saber para quién es la carta.

𝐇𝐎𝐖 𝐓𝐎 𝐂𝐎𝐍𝐐𝐔𝐄𝐑 𝐈𝐓-𝗢𝗪𝗘𝗡 𝗖𝗢𝗢𝗣𝗘𝗥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora