Dante.
Pasar casi una semana alejado de la realidad, y de las responsabilidades, fue un total paraíso. Sin embargo, no va a ser para siempre. Y nuestra pequeña "escapada de realidad", está llegando a su fin.
—Dime que en nuestro último día iremos a ver los fuegos artificiales —pide Val mientras sale de la ducha.
No trae ropa, solo una toalla envuelta en el cuerpo que sostiene con los brazos cruzados sobre el pecho, una sonrisa se extiende por mis labios y no puedo evitar que mis ojos recorran el espacio de la piel desnuda de sus hombros y piernas.
—Aunque se me ocurren mejores formas de disfrutar nuestro último día en Disney...
—Dante, hablo en serio —dice mientras se gira para escoger la ropa en el armario improvisado.
—Yo también —respondo con una sonrisa mientras salgo de la cama.
Valentina deja escapar un suspiro exagerado, pero sé que está conteniendo una sonrisa. Me acerco lentamente, mis manos encuentran su cintura y dejo que mis labios rocen apenas su hombro húmedo por la ducha.
—Podemos ver los fuegos artificiales... —murmuro contra su piel, sintiendo cómo se estremece bajo mi toque—, pero no prometo que no intente distraerte antes de eso.
Ella suelta una risa baja, pero no se aparta.
—Eres imposible.
—Lo sé. —Mis manos recorren su abdomen suavemente hasta encontrarse con el nudo de la toalla.
Valentina me detiene justo cuando mis dedos empiezan a tirar del tejido. Se gira para mirarme, sus ojos oscuros evaluándome con diversión y algo más, algo que reconozco demasiado bien.
—Dante, en serio. Solo dime que iremos.
—Sí, sí —cedo con una sonrisa, levantando las manos en señal de rendición—. Veremos los fuegos artificiales.
—Bien —dice con satisfacción.
Pero no se aparta.
Y yo tampoco. Ella es quien toma la iniciativa y rompe la distancia primero. Sus manos suben por mi torso desnudo, sus dedos dejando un rastro ardiente sobre mi piel, hasta rodear mi cuello.
—Pero... —susurra, inclinándose apenas hacia mí—. Creo que puedo permitirme un par de distracciones antes.
Mi sonrisa se ensancha justo antes de que tome mis labios con los suyos, en un beso que deja claro que todavía tenemos unas cuantas horas antes de que termine nuestra "escapada de la realidad".
Ella suelta una risa cuando mis manos tiran de la toalla y su cuerpo desnudo aparece frente a mí, me inclino levemente para sujetarla y ella envuelve las piernas alrededor de mi torso, me muevo con ella hasta la cama, el colchón se hunde bajo nuestro peso y antes de que tenga oportunidad de decir algo más, la beso.
He descubierto que besar a Valentina es una de mis cosas favoritas en el mundo. La manera en la que nuestros labios parecen reconocerse, como parecemos encajar a la perfección...todo es jodidamente maravilloso y creo que nunca voy a cansarme de eso.
Una de mis manos se desliza desde su cintura hasta su entrepierna, Val abre las piernas completamente dispuesta para mí, sonrío contra sus labios mientras uno de mis dedos se desliza entre sus pliegues, jadea, arquea la espalda levemente mientras sus parpados se aprietan y atrapa su labio inferior entre sus dientes.
Muevo la punta de mi dedo sobre el punto exacto que la hace gemir, repito el movimiento consiguiendo que su espalda se arquee todavía más, y la humedad en su entrada comienza a sentirse.

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Un desastre llamado amor.(SL#6)
Teen FictionDante Lombardi lo tenía todo: una prometedora carrera, un futuro estable y la mujer con la que planeaba casarse... hasta que la encontró en la cama con su mejor amigo. Atrapado entre el orgullo y la rabia, tiene la certeza de que el amor no es más q...