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𝐌𝐀𝐃𝐃𝐘
𝗟𝗔 𝗩𝗘𝗥𝗗𝗔𝗗 𝗘𝗦 𝗤𝗨𝗘, 𝗦𝗘𝗥 𝗔𝗥𝗥𝗔𝗦𝗧𝗥𝗔𝗗𝗔 por mi madre para apoyar a mi hermano mayor en un partido importante que lo situaría en una buena o mala situación para su equipo ya que de momento solo era la ida en cuartos de champions. Estar dentro de la familia Bellingham te sitúa ahora mismo en un palco que no todo el mundo puede pagar y aunque yo no sea una gran aficionada del fútbol no voy a perderme una oportunidad como esta para ver al Real Madrid jugándose un gran título. No soy tampoco una fan del Real Madrid, prefiero muchísimo antes a un montón de equipos, pero tampoco voy a decepcionar a mi hermano arruinando su sueño.
El pitido del arbitro dando inicio al partido me sacó de mis pensamientos dándome cuenta de que ahora mi madre llevaba algo entre manos así que por mero aburrimiento me levante para ir a comer algo al catering. Después de comer un par de cosas me volví a sentar en el palco para fijar mi mirada en el partido frente a mi. El equipo merengue estaba tratando de marcar pero el Arsenal estaba muchísimo mejor que ellos y eso era algo que se veía de lejos.
La segunda parte comenzó y así a los tres minutos le pitaron una falta en contra al Real Madrid, está vez me puse las gafas ya que se acercaba algo interesante del partido y aunque fuera en contra las faltas están bien de ver aunque no suelen ir a puerta. El jugador del Arsenal sitúo la pelota en el punto antes de dar grandes zancadas hacia atrás, las cuales no tardó en recuperar cuando el árbitro hizo sonar su silbato. La pelota se dirigió directamente a la portería entrando con un ángulo increíble por la escuadra.
