Eres para mí ♡ [Completa]

Capítulo 5

Caminar por los pasillos del instituto se siente como una misión de alto riesgo. Cada vez que giro una esquina, mi corazón late más rápido de lo normal. No porque haya hecho algo malo, sino porque la vergüenza todavía me carcome.

No puedo creer que Nolan me haya pillado anoche mirándolo. Bueno, devorándolo con los ojos sería una descripción más precisa. Pero sea lo que sea que me diga hoy, lo negaré hasta la muerte.

Llego a mi casillero y lo abro con más fuerza de la necesaria. Tomo los libros que necesito para la siguiente clase y me apresuro a salir de ahí.

Pero antes de llegar al aula, alguien se interpone en mi camino.

—Hola, hermosa.

Levanto la mirada y ahí está Ryan, sonriéndome de esa manera que hace que mi estómago dé un vuelco.

—Hola —respondo, sintiendo el rubor subir a mis mejillas.

Ryan se acerca más, su mano va directamente a mi cintura y en un solo movimiento me atrae hacia él. Antes de que pueda procesarlo, sus labios están sobre los míos. Le sigo el beso sin dudar, disfrutando de su cercanía, del cosquilleo en mi piel.

Pero algo me hace abrir los ojos. Una sensación extraña. Como si alguien me estuviera viendo.

Y lo está haciendo.

A unos metros de distancia, Nolan nos observa.

Su expresión es difícil de leer. Sus cejas están ligeramente fruncidas, su mandíbula tensa. ¿Está sorprendido? ¿Molesto? ¿Decepcionado? No sé qué es exactamente lo que veo en su rostro, pero me revuelve el estómago.

Nolan gira sobre sus talones y se aleja.

—Hey —la voz de Ryan me saca de mi trance.

Parpadeo y lo miro. Su mano se desliza por mi mejilla con suavidad.

—¿Estás bien? —pregunta, mirándome con curiosidad.

Tuerzo los labios en una sonrisa y asiento.

—Sí, solo… pensaba en algo.

Ryan se ríe y me da un último beso fugaz antes de soltarme.

—Nos vemos en el descanso.

Asiento y lo veo alejarse. Pero mi mente está en otra parte.

En Nolan.

¿Se sintió traicionado?

Después de todo, ayer hablamos bastante. Me preguntó de todo, desde cómo estaba hasta qué cosas habían cambiado en el instituto. Pero nunca le mencioné a Ryan. Nunca le dije que tenía novio.

Tal vez le molestó enterarse así.

Tal vez pensó que se lo oculté a propósito.

Fui hasta mi aula con la sensación de un nudo en el estómago. Me repetía que no debía sentirme así, que no había hecho nada malo, pero la expresión de Nolan seguía clavada en mi mente.

Al entrar, noté un grupo de chicas reunidas en un rincón, todas sonriendo, lanzando risitas y coqueteando descaradamente con alguien que estaba sentado en medio de ellas. Como si se tratara de una celebridad.

Rodé los ojos y avancé hasta un puesto desocupado. No tenía interés en esas escenas hasta que, por curiosidad, lancé una mirada al epicentro de la atención.

Ahí estaba Nolan.

Parecía completamente relajado, con esa sonrisa suya que sabía perfectamente cómo usar a su favor. Las chicas a su alrededor lo miraban como si fuera una especie de dios griego caído del Olimpo.