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— 🍂 ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ
Cuando Kalani, Paul y Seth llegaron al claro donde había tenido lugar la batalla, el olor a ceniza y sangre flotaba en el aire, mezclado con humo y tierra mojada. La morena se deslizó del lomo de Seth con cuidado, los músculos aún tensos por el miedo, pero sus ojos buscaron de inmediato a una sola persona.
Sam.
Al verlo, sin importar la forma animal que tuviera, corrió hacia él. El enorme lobo negro la recibió con un gruñido bajo, más parecido a un suspiro, y bajó la cabeza para que ella pudiera abrazarlo. Kalani rodeó su cuello con los brazos, sintiendo la calidez de su pelaje y el temblor sutil de su respiración. Sam olía a bosque, a humo... y a hogar. Ella cerró los ojos por un segundo. Solo un segundo.
Poco a poco, los demás lobos fueron acercándose: Jared, Quil, Embry, Leah... todos rodeándola, asegurándose de que estuviera bien. Nadie hablaba, pero sus gestos hablaban por ellos. La forma en la que Embry se acercó y le rozó el hombro con el hocico, cómo Jared caminó en círculos a su alrededor antes de echarse en el suelo cerca de ella. La forma en la que Paul no se separaba, tan cerca de su espalda como una sombra protectora.
Pero entonces, la voz de Alice cortó el momento como un cuchillo - Alguien tiene que subir a decirle a Edward y a Bella que bajen - Dijo, su tono neutral pero sus ojos bailando con una inquietud disimulada.
Seth, aún jadeando por la reciente pelea, se enderezó y dio un paso hacia adelante. Kalani se giró a tiempo para alcanzarlo antes de que partiera.
- Ten cuidado, por favor - Le pidió con un tono bajito pero firme, como si el miedo aún le bailara en la garganta.
En el claro, el ambiente era denso. Algunos Cullen estaban esparciendo restos de cuerpos neófitos, quemándolos con llamas avivadas por Emmett y Jasper. Kalani tragó saliva, luchando por no marearse.
El tiempo pareció detenerse en esa especie de limbo extraño, donde todos estaban de pie, vigilantes, pero aún tensos como si no supieran si realmente todo había terminado.
Y entonces, entre ramas que crujieron a lo lejos, volvieron a aparecer.
Seth venía primero, saltando entre raíces con energía. Detrás de él, Edward caminaba con paso firme, su brazo rodeando a una Bella agotada pero intacta. Kalani soltó el aire que había estado conteniendo sin darse cuenta.
El vampiro se detuvo en el centro del claro, sus ojos recorriendo a cada uno de los presentes antes de fijarse en Kalani.
- Victoria está muerta - Dijo finalmente, su voz clara, firme, sin rastro de duda.
Hubo un silencio espeso, como si el bosque entero contuviera la respiración.